El Volcán de Fuego de Guatemala tuvo una fuerte erupción hace menos de un año, particularmente en junio del 2018, en un violento cuadro que le costó la vida a más de 165 personas (ve esta nota).
Este mismo cuerpo aún está activo y se han vuelto a registrar explosiones.
Según informó el Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología en un comunicado especial, este lunes incrementó su actividad con explosiones moderadas y fuertes que expulsan material volcánico alrededor del cráter.
Tal como se lee en el informe, esto sería producto de un “proceso de rellenado del cráter”, lo que también estaría generando avalanchas en dirección de las barrancas Las Lajas, Seca, Honda y cenizas.
También se sabe que las columnas de ceniza alcanzan los 5.000 metros de altura sobre el nivel del mar y se desplazan a unos 12 kilómetros en dirección oeste y sureste.
¿Es para alarmarse? El Instituto explica que es relevante que se mantenga un monitoreo activo, puesto que es probable que se forme flujos de lava.
Esto también implica tomar precauciones con el tráfico aéreo, principalmente por las cenizas, las cuales se pueden evidenciar a una altura de hasta 16404 pies.