La campaña electoral de EEUU retoma fuerzas entre Donald Trump y la vicepresidenta Kamala Harris luego del incidente del domingo contra el republicano en Florida
WASHINGTON — La campaña electoral en EEUU se aceleró este martes, con Donald Trump viajando a Michigan y la vicepresidenta Kamala Harris respondiendo a preguntas en un foro para periodistas negros en Pensilvania, todo mientras las autoridades investigan el segundo aparente intento de asesinato contra Trump durante la contienda.
Trump encabezará un mitin en Flint, Michigan, y en la semana estará en Nueva York, Washington y Carolina del Norte. Harris participará en una reunión de la Asociación Nacional de Periodistas Negros en Filadelfia.
La vicepresidenta se saltó la reciente reunión del grupo en Chicago, mientras que una aparición abiertamente antagónica de Trump allí desató un alboroto cuando el candidato republicano cuestionó la identidad racial de Harris.
Harris tendrá eventos en Washington, Michigan y Wisconsin los próximos días, mientras ambos candidatos se enfocan en los estados del medio oeste industrial y Pensilvania y Carolina del Norte, todos campos de batalla que podrían inclinar una elección reñida.
Harris dijo en una entrevista grabada el lunes que fue “informada inmediatamente después” del aparente intento de asesinato y que estaba agradecida de que Trump estuviera bien. En una entrevista con el presentador de radio en español Chiquibaby, Harris volvió a condenar “la violencia de cualquier tipo”.
“Debemos tener un diálogo civil y poder hablar de nuestras diferencias”, dijo Harris. “Y la violencia no tiene cabida”.
La vicepresidenta también habló de su madre, la fallecida Shyamala Gopalan, que nació en la India y emigró a Estados Unidos.
Harris culpó a Trump de ayudar a descarrilar un plan bipartidista de seguridad fronteriza en el Congreso y detalló su proyecto de utilizar incentivos fiscales para que la gente pueda comprar su primera vivienda y combatir la “especulación con los precios” de los alimentos para ayudar a controlar la inflación.
Trump ha afirmado, sin pruebas, que meses de críticas contra él por parte de Harris y el presidente Joe Biden inspiraron el último ataque. Eso es a pesar de conocida historia del expresidente de retórica incendiaria.
Tanto Biden como Harris han evitado hasta ahora la política al reaccionar al ataque. El presidente pidió al Congreso que aumentar la financiación del Servicio Secreto.
Las autoridades dicen que el sospechoso Ryan Wesley Routh acampó fuera del campo de golf en West Palm Beach, donde Trump estaba jugando el domingo, durante casi 12 horas con comida y un fusil, pero huyó sin disparar cuando un agente del Servicio Secreto lo vio, le disparó y fue arrestado.
Publicaciones de Routh en internet sugieren que no ha sido consistente en términos de apoyar a demócratas o republicanos.
Hace dos meses Trump resultó herido durante un mitin en Pensilvania. En correos electrónicos de recaudación de fondos, imploró a sus seguidores: “No teman”. Durante una entrevista en la red social X, Trump contó su experiencia el domingo, diciendo que estaba jugando al golf con un amigo y escuchó “probablemente cuatro o cinco” disparos al aire.