La crisis sociopolítica que enfrenta Nicaragua llegó a “niveles deplorables”, señaló Amnistía Internacional (AI) ante los últimos acontecimientos violentos que vivió el departamento de Carazo y Matagalpa que dejó al menos 17 personas fallecidas.
“Los grupos parapoliciales andan a sus anchas fuertemente armados, acompañados por cuerpos policiales, cometiendo ataques de forma conjunta en contra de la población civil”, denunció Erika Guevara Rosas, Directora para las Américas de AI.
Según, reporte de AI los asesinados este fin de semana “la mayoría de ellos (fueron) a manos de policías y grupos parapoliciales. Además, se reportó la detención arbitraria de decenas de personas”.
“El mensaje que envían las altas autoridades nicaragüenses es que están dispuestas a cualquier cosa para acallar las voces de quienes se manifiestan en contra de esta violenta represión. Esta situación es de suma gravedad y merece una contundente condena por parte de la comunidad internacional”, agregó Rosas.
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Ataque a la iglesia
En relación a la agresión por parapoliciales que recibieron obispos de la Iglesia Católica y periodistas en la Básilica de San Sebastian en Diriamba AI denunció que el mismo es una “represalia”.
“El ataque directo a figuras que denuncian públicamente los ataques de agentes del gobierno del Presidente Ortega es sin duda una forma de represalia y un intento de silenciar a aquéllas voces disidentes”, subrayó la representante de AI.
El gobierno de Nicaragua ejecuta en diferentes zonas del país el “Plan Limpieza”, que es acompañada de palas mecánicas y resguardad por parapolicías y policías para eliminar las barricadas, las cuales han sido elevadas como una muestra de protesta en contra del Ejecutivo.
“Las graves violaciones de derechos humanos cometidas o permitidas por las autoridades están convirtiendo al país en una olla a punto de explotar. La trágica historia de Nicaragua no debe repetirse”, puntualizó AI.