Defiende a su gobierno y dice que esta listo contra el coronavirus, aunque no dice ni explica cómo lo hará, tampoco en sus palabras no salen datos ni cifras
A 34 días de no haber ninguna comparación pública en ningún medio de comunicación ni en la presidencial, finalmente reapareció Daniel Ortega Saavedra, quien se había ausentado por largo tiempo de la palestra pública, y cuando más necesario lo es, debido a que el mundo atraviesa una severa crisis sanitaria calificada de pandemia por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La reaparición del líder sandinista deja más dudas que respuestas, debido a que sólo habló del coronavirus pero jamás manifestó ni explicó tanto a sus seguidores como a la población en general la razón por la que había desaparecido, ya que es un “pecado” siquiera osar a preguntar eso.
“Hemos estado librando la batalla”, dijo, a la vez que subraya que este país cuenta con “el menor número de casos de casos de la región”, algo del que tiene bastantes dudas los presidentes de Guatemala, Costa Rica, El Salvador y los mismos Estados Unidos.
Habló un poco más de 30 minutos. Su Ministerio de Salud (Minsa) que lo mira como un dios más que un presidente, dice que en el país sólo se confirma de una persona muerta y 9 contagiados del Covid19, otros datos dudosos.
Estuvo prácticamente desparecido desde el 12 de marzo, hizo que ello conllevara a varias hipótesis, desde que estaba grave de salud hasta que había muerto. En las redes sociales se menciona que puede ser un doble de Ortega quien se presentó de manera pública, ahora la gran pregunta es el cuánto tiempo tomara para que vuelva a reaparecer en público.
Ortega comenzó su intervención enviando su “solidaridad y condolencias a quienes están sufriendo” por la pandemia, a la vez que llamó “a la solidaridad y la unidad de los pueblos del mundo”.
“No hemos dejado de trabajar, porque si el pueblo no trabaja muere”, dijo Ortega, uno de los que más huelgas y paros promovió durante los gobiernos liberales. “Somos un país con un pueblo trabajador, este es un pueblo que de hambre no se va a morir”, enfatizó. “Tenemos capacidad para atender a los enfermos de coronavirus”, dijo Ortega, aunque no brindó cifras que sostengan lo que dijo.
“El Señor nos está mandando esta señal”, dijo y agregó que por eso el COVID-19 “es la oportunidad de hacer un cambio hacia la paz… de cambiar las armas atómicas por hospitales”, tras estas palabras lo critican por contar e invertir grandes recursos económicos en sus paramilitares, que lo protegen ante una eventual rebelión cívica contra su gobierno.