En un informe sobre la emergencia que atraviesan las personas que viajan por la selva, Human Rights Watch desveló que el grupo armado usa sistemas para “rastrear” los pagos
La oenegé Human Rights Watch (HRW) reveló el jueves detalles de lo que ocurre en el Tapón del Darién, la selva pantanosa en la frontera entre Colombia y Panamá, por la cual transitan miles de migrantes en su trayecto a EE.UU., que involucra al narcotraficante Clan del Golfo.
En un informe, realizado ‘in situ’ a casi 300 personas entre abril de 2022 y junio de 2023, HRW sugiere que “las restricciones de movimiento desde países sudamericanos hacia México y Centroamérica, a menudo promovidas por el Gobierno de EE.UU., han contribuido —junto con un aumento de la migración desde América del Sur hacia EE.UU.— a un fuerte incremento en el número de personas que cruzan el Tapón del Darién”.
En el último año, más de medio millón de personas han cruzado el Tapón del Darién
Migrantes y solicitantes de asilo que cruzan esta selva están expuestos a abusos por parte de grupos criminales y reciben poca protección. pic.twitter.com/zoDfkvalJE
— Human Rights Watch (@hrw_espanol) November 9, 2023
Del lado colombiano del Darién, el Clan del Golfo “regula las rutas que pueden utilizar los migrantes y solicitantes de asilo, decide quién puede asistirlos en el camino, extorsiona a quienes se benefician del flujo migratorio y establece normas de conducta para la población local y los migrantes, que a veces hace cumplir mediante la violencia”.
El Ejército colombiano calcula que el grupo armado obtiene en promedio 125 dólares por cada persona que cruza el Darién. Por lo tanto, pudo haber obtenido hasta 57 millones de dólares entre enero y octubre pasado, “en parte por las políticas migratorias restrictivas que llevan a migrantes y solicitantes de asilo a cruzar el Tapón del Darién”.
Incluso aplican sistemas para “rastrear” los pagos de las personas, que incluyen la entrega de pulseras y, más recientemente, la colocación de pegatinas en sus pasaportes o documentos de identidad.
Además, la oenegé apuntó que la organización “utiliza el flujo de migrantes para desviar la atención del transporte marítimo de cocaína“.
“Criminales y delincuentes abusan de los migrantes y solicitantes de asilo cuando cruzan las numerosas rutas que atraviesan la selva, especialmente en el lado panameño. Cometen de forma rutinaria robos, abusos y violaciones sexuales”, añadió HRW.