La expareja y cómplice de Jeffrey Epstein está dispuesta a testificar ante el Congreso sobre la ‘lista de Epstein’, cuya existencia niegan el Departamento de Justicia y el FBI.

Ghislaine Maxwell, expareja y cómplice del magnate Jeffrey Epstein, que actualmente cumple una condena de 20 años por su participación en una red de trata de menores, tenía la esperanza de que la reelección de Donald Trump en 2024 pudiera cambiar su suerte, según una fuente de la prisión federal de Florida donde permanece recluida.
Maxwell, de 63 años, fue condenada en 2021 y es la única persona que cumple condena por tráfico sexual infantil, a pesar de que se presume la existencia de una amplia red de tráfico de menores controlada por Epstein.
Conocida en prisión como ‘Max’, la mujer confiaba en que la Presidencia de Trump trajera consigo cambios favorables para su caso, especialmente a través de una apelación que su equipo legal presentó ante la Corte Suprema para anular su condena.
“Max estaba muy entusiasmada con su apelación”, dijo la fuente de la Institución Correccional Federal, Tallahassee (FCI) al New York Post. “Antes, ella le decía a todo el mundo que estaba esperando que Donald Trump fuera reelegido y se convirtiera en presidente, que entonces las cosas iban a ser diferentes”, comentó.
Maxwell argumentaba que la protegía un acuerdo de culpabilidad que Epstein alcanzó en 2007, pero el Departamento de Justicia de Trump defendió esta semana su procesamiento, desestimando esta defensa.
En este sentido, Ian Maxwell, hermano de Ghislaine, considera que la oposición del Departamento de Justicia es una una señal positiva. “Esto indica que están en problemas y que el caso de Ghislaine es legítimo”, dijo.
Maxwell ha dicho que está dispuesta a testificar ante el Congreso sobre una supuesta ‘lista de Epstein’, cuya existencia han negado el Departamento de Justicia y el FBI.
Rutina estructurada
La fuente de la prisión detalló una rutina estructurada que mantiene Maxwell dentro del centro penitenciario. Según ella, habla todos los días con sus abogados, trabaja en la biblioteca jurídica, enseña clases de negocios, yoga y pilates, y documenta todo en un diario que lleva consigo.
Sin embargo, nunca habla de Epstein, y se muestra cautelosa con sus actividades personales dentro del centro de detención, lo que le ha llevado a tensiones con el personal y otras reclusas.
Una consultora penitenciaria, Holli Coulman, señala que Maxwell mantiene la esperanza de salir en meses o pocos años, negándose a aceptar una condena de por vida. Sin embargo, un alto funcionario de la Casa Blanca afirmó que no se considerará un indulto para ella.
“No ha habido discusiones ni consideración sobre un indulto para Ghislaine Maxwell, y nunca lo habrá”, dijo a The Post.