La ciencia ha eliminado las distancias, pregonaba Melquíades. Dentro de poco, el hombre podrá ver lo que ocurre en cualquier lugar de la tierra, sin moverse de su casa; escribió el genio y Nobel de literatura Gabriel García Márquez, en su maravillosa obra cumbre Cien años de soledad.
Así que en la Pampa, Asia, incluso en el barrio La Esperanza de Managua Nicaragua, podremos ver en HD hoy sábado, a Román “Chocolatito” González, el mejor púgil de la actualidad en esta esfera llamada tierra. Subiendo al cuadrilátero del Madison como amplio favorito.
Los payasos no deberían tratar de interpretar el papel de Hamlet y las estrellas del pop no deberían componer sinfonías, dice Ken Follett. Entonces ¿Por qué imaginarme un escenario distinto a la victoria, si las valoraciones me indican como Google Maps esa ruta?
Román provisto de mejores cualidades, capaz de descifrar cualquier planteamiento, sin el más mínimo temor al escenario, debe no solo sortear sino dominar hasta el exterminio a su rival en turno, como lo haría Manolete ante las embestidas del más bravo toro.
Así que visto con el cristal que más apetezca, es lógico pensar en una categórica victoria de González frente a un Rungvisai tan lejano en calidad boxística como aquel viejo oeste de Jesse James o Crazy Clay.
No me espanta la zurda poderosa tan pregonada del tailandés, oí estruendosamente decir lo mismo sobre Brian Viloria y su volado de derecha, sin embargo el hawaiano termino siendo descifrado y aniquilado, rescatado de las brasas por el referí en el noveno asalto, ahí mismo en el Garden.
El boxeo es como un juego de ajedrez, en donde hay que resolver problemas, pero sin tiempo alguno para pensar, hay que actuar, decía Norman Mailer. Román no necesita consultar el Oráculo de Delfos, él sabe cómo hacerlo.
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