Combatir el dengue, una enfermedad que infecta cada año a entre 300 y 500 millones de personas, constituye un importante reto para la salud pública. Son muchas las estrategias que pueden ponerse en marcha para avanzar en su prevención, aunque el control de su vector, el mosquito ‘Aedes aegypti’, es común en la mayor parte de ellas.
Un equipo internacional de investigadores de Alemania, Brasil, México, Estados Unidos y Ghana ha realizado una revisión sistemática de estudios que abordan una de estas estrategias, la fumigación de interiores, con el fin último de indagar si se trata o no de un método efectivo para prevenir el dengue.
Según recuerdan los investigadores en el estudio, publicado en ‘PLOS Neglected Tropical Diseases’, la prevención del dengue, el virus transmitido por mosquitos más prevalente en el mundo, depende en gran medida del control de las poblaciones de mosquitos, ya que la vacuna contra el dengue actualmente disponible es efectiva solo parcialmente. La fumigación en interiores (es decir, la fumigación con insecticidas dentro de las casas) tiene el potencial de ser una parte clave en esos esfuerzos de prevención.
‘Aedes aegypti’ habita en zonas tropicales y subtropicales de todo el mundo. Se sabe que numerosos insecticidas matan mosquitos Aedes adultos y también en estado inmaduro, pero su exposición a estos insecticidas puede ser un desafío, ya que los insectos tienden a descansar en áreas ocultas interiores.
Para determinar la efectividad de la fumigación en interiores para prevenir el dengue, el equipo encabezado por Olaf Horstick, de la Universidad de Heidelberg (Alemania), buscó en siete bases de datos la literatura existente sobre fumigación de interiores (IRS, por sus siglas en inglés) y la fumigación de espacios interiores (ISS). Posteriormente, revisaron de manera sistemática los documentos relacionados con el efecto del IRS y el ISS en la prevención el dengue.
De estos siete estudios, tres sobre IRS y cuatro sobre ISS, todos concluyeron que hubo algún efecto sobre las poblaciones de mosquitos o el número de casos de dengue. La evidencia fue mayor en relación al efecto de IRS e ISS en poblaciones de mosquitos adultos. Diversos estudios mostraron que ningún mosquito adulto sobrevivió a los tratamientos interiores. En cambio, la evidencia sobre los tratamientos de interior para reducir las poblaciones de larvas o los casos de dengue fue más limitada.
Por ello, los investigadores concluyen que, en general, “hay una escasez de estudios disponibles sobre estas dos intervenciones que pueden ser prometedoras para el control del vector del dengue”. De este modo, consideran que “se necesita más investigación sobre la fumigación en interiores, aunque los resultados de la revisión son muy prometedores, particularmente en comparación con otros métodos de control del Aedes”.
En el trabajo ha participado la Universidad de Heidelberg (Alemania), Public Health Consultant (Alemania), el Ministerio de Salud de Brasil, Universidad Autónoma de Yucatán (México), Public Health Consultant (Ghana) y la Universidad de Carolina del Norte (Estados Unidos).