Peleará próximo 10 de septiembre.
Por Róger Trujillo Jr Miami Fl Usa
Como un traje Louis Vuitton, hecho a la medida …. con la calidad de un sastre de pasarela en París Fashion week, él es una especie casi en extinción, emula el boxeo clásico que flota en el cuadrilátero, se mueve evitando ser punto fijo, escapa de su adversario con la velocidad de una estrella fugaz, en contraste conecta con puntería y precisión milimétrica a lo Chris Kyle el francotirador norteamericano.
Cada una de sus largas y poderosas combinaciones, hieren mortalmente como las clavadas de “El Juli” en su espectáculo de tauromaquia, de seguro Diego Rivera dejaría de ver a su musa Frida Khalo para pintarlo en el lienzo; él es Román Chocolatito González; dueño absoluto del pináculo boxístico.
Sedientos de lucha; Carlos Cuadras y Román González lucharán este próximo 10 septiembre en el Forum de Inglewood, por la supremacía y el honor de sus invictas carreras, el pinolero buscará una joya más para su corona que le permita seguir con su reinado, agregando un cuarto título mundial.
El frío que como espada de doble filo traspasa la piel hasta tocar los huesos, ha sido motor y arropo en los bosques de Big Bear para que el nicaragüense culmine su preparación ante el mayúsculo reto que implica ser o no ser.
El boxeo agrupa esos deseos de triunfo por encima de cualquier daño, daño que es aceptable si te permite marchar tras la cima, a sabiendas que para llegar ahí habrá que pasar el infierno dentro de dieciséis cuerdas. El costo a pagar no importa, aún sintiendo en el cuerpo como si una montaña te golpeara; por eso es que en ese mundo, arriba del ring ¡ la vida no vale nada ! diría José Alfredo Jiménez.
Apoderarse del cinturón de las 115 libras significa para Román entrar directo en ese orbe legendario de los grandes tetra campeones como Thomas Hearns, Sugar Ray Leonard, Mano de piedra Durán y Óscar de la Hoya, miembros de un clan platinum, círculo cerrado y VIP del boxeo.
Desde el Olimpo, Ulises, Hercules y Zeus observarán en 3D a uno de los nuestros; construido con el polvo que han dejado esos lodos; “¡Chocolatito busca la inmortalidad y está a un paso de ella !”; como el volcán Cerro Negro que se alza como un río que se puso de pie para mirar de lejos el mar; diría Carlos Martínez Rivas.
“….. y miren, sus venas llevan oro,
no barro; orgullo, no servidumbre
Rey ha sido, Rey desde siempre…”
Cronista deportivo: El Nuevo Herald Miami.