Michelle Bachelet ha pedido al Gobierno de Nicaragua que libere los opositores y disidentes detenidos por su participación en protestas pacíficas.
Cientos de personas, entre ellas líderes campesinos, estudiantes, expolíticos, periodistas y activistas de la sociedad civil han sido arrestados y mantenidos en detención preventiva durante largos periodos, en relación con sus supuestos roles durante las protestas que se llevaron a cabo el año pasado.
“Si las detenciones y condenas de personas que expresan opiniones disidentes continúan en Nicaragua, los esfuerzos actuales para iniciar el diálogo y resolver el malestar político y social en el país podrían verse seriamente socavados”, decía Rupert Collville, el portavoz de la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos.
Bachelet dijo estar profundamente preocupada por la aparente falta del debido proceso a los detenidos. Desde diciembre, varios tribunales penales en Managua han dictado sentencias extremadamente severas a varios líderes opositores y comunitarios, algunos de los cuales cooperaron con la ONU y denunciaron abusos en Nicaragua.