El factor humano, la ciberseguridad y la inteligencia artificial, entre otros, son en la actualidad las principales amenazas para el sector bancario, sostuvo James Gorman
Las sonadas quiebras de tres bancos regionales en Estados Unidos en 2023 —Silicon Valley Bank, Signature Bank y First Republic— fueron “enteramente obra suya“, declaró el director ejecutivo de Morgan Stanley, James Gorman, en una entrevista con Financial Times.
Reflexionando sobre el hecho de que, desde la crisis financiera, las nuevas normas obligan a los bancos a disponer de más capital y abstenerse de las actividades de mayor riesgo, Gorman destacó que hoy en día el sistema es mucho más seguro.
La seguridad del sector bancario llegó hasta tal punto que las mayores amenazas para los bancos ahora son los factores operacionales, como la ciberseguridad, la inteligencia artificial y “la estupidez de sus propios directivos“, sostuvo.
Además de los tres bancos mencionados que quebraron por las acciones de sus propios directivos, otro ejemplo de la mala gestión del riesgo operacional es Credit Suisse, que colapsó en marzo y fue comprado por UBS, agregó Gorman.
“No es casualidad que la única institución a nivel mundial, de las instituciones sistémicas [relevantes], que efectivamente haya quebrado —y en realidad no fracasaron desde el punto de vista del capital, balance ni liquidez— haya sido Credit Suisse. Fracasaron desde el punto de vista del riesgo operacional y de la gestión“, explicó.
Desde la crisis financiera, los grandes bancos europeos han tenido que lidiar con dificultades, lo que permitió a sus rivales estadounidenses, como Morgan Stanley, crecer mucho más. No obstante, Gorman sostiene que en los próximos años sus colegas europeos tendrán la oportunidad para cerrar esa brecha.
“En determindo momento, Credit Suisse, UBS, Barclays y Deutsche eran más grandes que nosotros. Y ahora tenemos más o menos el mismo tamaño que todos ellos juntos, y durante un tiempo fuimos más grandes”, comentó.
En opinión de Gorman, durante la próxima década la brecha entre los bancos europeos y estadounidenses no será tan grande. “Creo que hay oportunidades para los europeos, pero sin duda fue una oportunidad desaprovechada durante gran parte de la última década”, concluyó.