Según uno de los investigadores, los ensayos fueron “un paso importante” para ayudarlos a comprender “en qué etapa de un ataque cardíaco podría usarse y cuáles deberían ser las dosis”
Una molécula de veneno de araña que está siendo investigada por un equipo de la Universidad de Queensland, Australia, ha alcanzado puntos de referencia críticos para convertirse en un tratamiento para ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares, según un comunicado de la institución.
El profesor asociado Nathan Palpant y el profesor Glenn King del Instituto de Biociencia Molecular de la Universidad de Queensland habían demostrado previamente que el fármaco candidato, derivado de la proteína llamada Hi1a que contiene el veneno de la araña de tela de embudo australiana (una de las especies de arácnidos más peligrosas del mundo), sería capaz de ‘reparar’ el daño causado a las células del corazón tras un ataque cardiaco.
Palpant sostuvo que ya sometió al fármaco a una serie de pruebas preclínicas diseñadas para imitar escenarios de tratamiento de la vida real y los resultados de estos ensayos constan en un estudio publicado en European Heart Journal.
“Las pruebas han sido un paso importante para ayudarnos a comprender cómo funcionaría Hi1a como terapia: en qué etapa de un ataque cardíaco podría usarse y cuáles deberían ser las dosis”, explicó el experto, agregando que han “establecido que el Hi1a es tan eficaz para proteger el corazón como el único fármaco cardioprotector que llegó a la fase 3 de los ensayos clínicos”.
Entre otros detalles, Palpant señaló que el Hi1a solo interactúa con las células de la zona lesionada del corazón y no afecta las regiones sanas.
King fue el científico que descubrió la proteína ‘terapeutica’ en el veneno de la araña de tela en embudo K’gari. “La Hi1a podría reducir el daño al corazón y al cerebro durante ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares al prevenir la muerte celular causada por la falta de oxígeno”, añadió el investigador.