Restos únicos de medusas que vivieron en los mares del Cámbrico confirman que ya entonces habían adquirido su forma de cúpula con tentáculos y podían nadar y cazar
Los restos fosilizados de la más antigua de todas las medusas nadadoras han sido hallados una capa de limo petrificado en Canadá, según lo anunció en un comunicado el Museo Real de Ontario, cuyos científicos fueron los autores del descubrimiento.
La medusa fue descubierta en el área de Burgess Shale, conocida por su gran cantidad de fósiles bien conservados, y donde hace 505 millones de años un repentino deslizamiento de tierra subacuático sepultó allí miles de los más asombrosos animales antiguos, según un estudio publicado en la revista Proceedings of the Royal Society B.
Los fósiles de 182 especímenes de ‘Burgessomedusa phasmiformis’ están “excepcionalmente bien conservados en Burgess Shale”, si se tiene en cuenta que las medusas están compuestas aproximadamente en un 95 % por agua, indica el comunicado.
En comparación con las medusas modernas, la ‘Burgessomedusa’ podía nadar libremente y capturar presas con sus numerosos tentáculos.
Las medusas pertenecen al grupo animal de los cnidarios, el más antiguo que existe, del que también forman parte los corales y las hidras. Dado que su cuerpos se descomponen rápidamente, los paleontólogos rara vez logran encontrar especímenes fosilizados de medusa.
“El descubrimiento de animales tan increíblemente frágiles preservados en capas de roca en las cimas de las montañas es un hallazgo asombroso”, comentó el coautor del estudio, Jean-Bernard Caron, curador de paleontología de invertebrados en el Museo Real de Ontario.
El descubrimiento de una nueva especie, la ‘Burgessomedusa phasmiformis’, mostró que la cadena alimentaria del Cámbrico era mucho más compleja de lo que se pensaba, señalaron los científicos.