Debido a la rotación del Sol, la mancha solar activa AR3088, que generó la erupción, volverá a estar frente a nuestro planeta la próxima semana, lo que significa que la Tierra también puede estar expuesta a alguna actividad ‘climática espacial’ pronto, vaticinan los expertos
La nave espacial STEREO-A de la NASA, destinada a estudiar el Sol, detectó este lunes una eyección de masa coronal (CME, por sus siglas en inglés) que emergió por detrás del astro. Los modelos de la NASA muestran que se aleja de la Tierra y se dirige directamente hacia Venus. Esta nube de partículas cargadas que brotaron de la capa superior de la atmósfera solar, la corona, será la segunda en llegar a Venus en una semana. La anterior CME golpeó al segundo planeta de nuestro sistema solar el pasado jueves 1 de septiembre, informó el portal del servicio global del tiempo espacial SpaceWeather.com.
Georgo Ho, físico solar del Laboratorio de Física Aplicada de la Universidad Johns Hopkins, en EE.UU., afirma que la última erupción “no fue un evento común y corriente”. “Muchos artículos científicos estudiarán esto en los próximos años”.
Ho es el investigador principal de un detector de partículas energéticas a bordo de la nave espacial europea Solar Orbiter, y ahora mismo está obteniendo una gran cantidad de datos. Solar Orbiter está en la posición perfecta para observar la tormenta, pues acaba de realizar un sobrevuelo cercano a Venus (a solo 6.420 km de distancia) para ajustar su órbita alrededor del Sol.
“Puedo decir con seguridad que el evento del 5 de septiembre es una de las tormentas de partículas de energía solar (SEP) más grandes, si no la más grande, que hemos visto hasta ahora desde el lanzamiento de Solar Orbiter en 2020”, dice Ho. “Es al menos un orden de magnitud más fuerte que la tormenta de radiación de CME de la semana pasada”.
El científico agregó que la intensidad energética de las partículas cargadas alrededor de la nave espacial “no ha disminuido desde el comienzo de la tormenta”. También explicó que este comportamiento es indicativo de un choque interplanetario muy rápido y poderoso, por lo que la heliosfera interna puede estar llena de estas partículas de alta energía durante mucho tiempo. “Creo que solo he visto un par de estas en los últimos dos ciclos solares”, puntualizó.
Debido a la rotación del Sol, la mancha solar activa AR3088, que generó tal CME, volverá a estar frente a nuestro planeta la próxima semana, informó SpaceWeather.com, lo que significa que la Tierra también puede estar expuesta a alguna actividad ‘climática espacial’ pronto.