Gracias a que cuenta con dos detectores infrarrojos, los astrónomos podrán identificar cuerpos celestes rocosos a través del calor que emiten
La Agencia Espacial Europea (ESA) anunció que desarrollará un observatorio orbital que funcionará como un sistema de alerta temprana para la detección de asteroides de gran tamaño que se aproximen a la Tierra desde la dirección del Sol.
Los astrónomos pueden visualizar asteroides desde nuestro planeta debido a que reflejan la luz solar. Sin embargo, a medida que se acercan a la estrella, estos cuerpos celestes rocosos llegan a ser imperceptibles para los instrumentos ópticos terrestres, puesto que el resplandor solar termina por opacarlos.
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Esta situación condujo a los científicos de ESA a diseñar la misión NEOMIR, que orbitará en el primer punto de Lagrange (L1), ubicado entre el Sol y la Tierra. Esta posición es ideal para realizar observaciones con dirección hacia el astro, aumentando de esta manera la capacidad de detección de asteroides peligrosos.
NEOMIR estará equipada con un telescopio de medio metro y con un gran plano focal, así como con dos detectores infrarrojos que operan en el rango de longitud de onda de 5 a 10 micrómetros.
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Según la ESA, esta tecnología permitirá a los especialistas identificar objetos rocosos mediante el calor que emitan, ya que este tipo de energía no es suprimida por la luz del Sol. Además, señaló que el observatorio orbital podrá ver a detalle la emisión térmica de los asteroides, a pesar de que esta es absorbida por la atmósfera terrestre.
Se espera que los cuerpos rocosos que midan 20 metros o más sean localizados por NEOMIR al menos con tres semanas de anticipación antes de que se aproximen a la Tierra. Está previsto que la misión sea lanzada en 2030 desde el puerto espacial europeo en la Guyana Francesa por medio de un cohete Ariane 6-2.
Actualmente, la NASA está desarrollando un telescopio espacial infrarrojo análogo al NEOMIR, denominado NEO Surveyor, que se planea que sea puesto en órbita en 2028.
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