Con tal propósito se están considerando los sistemas ATACMS y GMLRS, informaron fuentes gubernamentales
El Gobierno estadounidense está cerca de aprobar el suministro a Ucrania de misiles de mayor alcance y dotados con municiones de racimo, para así aumentar el espectro de daños que Kiev podría causar a las tropas rusas, informa Reuters, citando a cuatro fuentes gubernamentales de EE.UU.
Se encuentra bajo escrutinio la entrega de misiles tácticos de largo alcance ATACMS, que cubren distancias de más de 300 km, y del sistema guiado de lanzacohetes múltiple (GMLRS), capaz de recorrer unos 70 km hasta su objetivo, detallaron tres de las fuentes.
De ser aprobada, una u otra opción estarían disponibles para un envío rápido a Kiev, precisaron las fuentes.
El alcance actual de las municiones de racimo disparadas por las fuerzas ucranianas es de 30 km, con 48 artefactos explosivos por disparo. Los ATACAMS ahora considerados aumentarían la carga a unas 300 bombas menores o más. El GMLRS sería capaz de lanzar hasta 404 bombas de metralla a la vez.
La decisión de enviar los ATACMS o los GMLRS, o ambos, no es definitiva y aún podría desestimarse, indicaron las cuatro fuentes.
El sábado se reportó, citando a dos funcionarios de EE.UU., que el Gobierno estadounidense puede aprobar en breve la provisión de misiles ATACMS a Kiev. No obstante, se precisó que incluso de aprobarse esa ayuda, este tipo de armamento tardaría meses en llegar a la zona de conflicto.
El suministro de ATACMS podría permitir a Ucrania alcanzar objetivos casi cuatro veces más distantes que con los sistemas de cohetes con los que actualmente cuenta. Esto haría que fuera menos probable recibir de inmediato una respuesta rusa de contrabatería.
The New York Times reportó el pasado jueves, citando a tres funcionarios estadounidenses, que Washington planea enviar a Ucrania un nuevo lote de municiones de racimo, dos meses después de proporcionarle un primer envío.
Cambios de postura
Aunque Washington ha manifestado en repetidas ocasiones que no tiene intención de enviar a Ucrania misiles con capacidad de alcanzar el territorio ruso, según dos funcionarios estadounidenses y uno europeo familiarizados con el asunto, existe un “debate secreto” dentro de la Administración estadounidense sobre la posibilidad de entregar algunos de estos misiles, de 300 kilómetros de alcance, debido a la falta de éxito de la contraofensiva ucraniana.
Washington ya ha cambiado repetidamente su postura respecto a las armas que en un principio no quería suministrar, al disponer más tarde las entregas de sistemas de defensa antiaérea Patriot, tanques Abrams, municiones de racimo y la transferencia de cazas avanzados F-16.
Municiones de racimo
Este tipo de municiones, que se usaron por primera vez durante la Segunda Guerra Mundial, pueden emplearse en cohetes, bombas, misiles y proyectiles de artillería. Una vez lanzadas, se abren en pleno vuelo sobre el objetivo, esparciendo muchas minibombas en una amplia zona.
Quienes las han rechazado argumentaron siempre que, al dispersarse, estas submuniciones pueden mutilar y matar a civiles, a lo que se une el riesgo asociado a los proyectiles sin estallar, que representan un peligro durante años.
Debido a la incidencia letal de estas armas en la población civil, 123 países adoptaron en 2008 una convención que prohíbe el uso de las bombas de racimo. De esas naciones, 111 son parte oficial del convenio, mientras que 12 son solo firmantes y no lo han ratificado.