Ayer domingo el Papa Francisco felicitó el “esfuerzo” de los obispos y las “muchas personas de buena voluntad” que en la crisis sociopolítica median en la crisis que enfrenta Nicaragua y son testigos del diálogo nacional en este país centroamericano.
“Renovando mi oración por el amado pueblo de Nicaragua, deseo unirme a los esfuerzos que están cumpliendo los obispos del país y muchas personas de buena voluntad en su rol de mediación y de testigos en el proceso de diálogo nacional en curso, por la vía de la democracia”, afirmó después de brindar el Ángelus ante la Plaza de San Pedro frente a miles de personas.
Francisco recibió el sábado 29 de julio al Cardenal y Arzobispo de Managua, Leopoldo Brenes, y al Obispo de Matagalpa, monseñor Rolando Álvarez, ambos le hablaron sobre la “dolorosa” situación que experimenta el país, aunque está “muy bien informado”, dijo a medios internacionales el prelado.
Nicaragua atraviesa desde el pasado 19 de abril una profunda crisis sociopolítica que es una de las más sangrientas desde la década de 1980, con Daniel Ortega también en la presidencia, y ya lleva casi 300 muertos, de estos 21 son menores, de acuerdo a las cifras de organismos humanitarios locales.
