El arqueólogo Uwe Paul Cruz, miembro de la Fundación Ulúa -Matagalpa descubrió cerca de cien montículos de lo que fue la población de Solingalpa precolombina, este acontecimiento sitúa a Matagalpa, quizá, como la única ciudad que preserva su pasado antiguo.
En 1546, señala el historiador Eddy Khul, fue creado el Corregimiento de Sébaco y Chontales que comprendía la población de Matagalpa (Cabeza Mayor). Con el tiempo esta población adquirió mayor importancia y a partir de 1750, el Corregimiento empieza a llamarse “Corregimiento de Matagalpa y Chontales” hasta la creación de las intendencias en que fue llamado “Partido de Matagalpa”.
Khul, cuenta en sus registros la aparición de los apellidos vascos como Araúz, Zeledón, Chavarría, Baldizón, Zelaya, y los castizos como Castro, Alburqueque, Centeno, que todavía pueblan los valles de Pacsila, Ocotal Espeso, Umure y Rincón Largo.
En Matagalpa es donde sobrevive la mayor cantidad de habitantes de los pueblos originarios de Nicaragua, como las comunidades de Matagalpa, San Ramón, Sébaco y Muy Muy.
Sadrach Zeledón, alcalde de Matagalpa, organizó un homenaje de premiación a las cabezas más ilustres de la cultura, la educación, las artes y el servicio a la comunidad. La ciudad es pujante por sus habitantes y por el modelo de diálogo, alianza y consenso. Entre los homenajeados están, la maestra de generaciones, Mirna Osejo, el Jefe de Bomberos, Ramón Rodríguez, y la doctora Juana Méndez, entre otros.