Por Roger Trujillo Jr.
Nada es igual después de saltar a la fama, cuando emerges abriéndote paso en medio de un deporte tan crudo como el invierno del que habla Albert Camus. La gran pregunta es ¿sabrá Julio César Chávez Jr. que con disciplina puede ser el brillo de un majestuoso verano? El hijo de la leyenda tiene su cita con la historia este 6 de Mayo cuando intentara ser la mejor versión posible de su vida frente al Canelo Álvarez, en Las Vegas Nevada.
Con mayor estatura y una aparente revitalizada carrera, Chávez está tratando de conjugar su indiscutible talento con una reconcentración única en el gimnasio que le permita zambullir su nombre entre la baraja de los ases del boxeo moderno, aniquilando a su compatriota Álvarez en un peso pactado.
La presencia del laureado entrenador Nacho Beristain parece darle redondez a un campamento donde es prioridad conseguir de Julio, fuerza, potencia y suficiente aire para que en caso de un alargue, el tramo final pueda manejarlo sin agotar la reserva requerida frente a un rival de contundencia probada.
Los expertos esperan que la estatura y tamaño de Julio puedan hacer mella en el pelirrojo azteca, dando por sentado que los despistes del Jr. son cosa del pasado, si esas desviaciones de Chávez quedan en reposo y afila sus virtudes boxísticas podríamos ver una pelea de pronóstico reservado.
Todavía tengo en mi retina aquella izquierda lacerante en el doceavo asalto frente a Sergio Maravilla Martínez a un minuto y medio del final paralizando los vítores argentinos. ¿Quién no se puso de pie esa noche tras la caída mientras llenaba otro vaso de cerveza? un escalofriante final tan agitado como la derrota de Napoleón en Waterloo, por poco Chávez Jr. emula la victoria agónica de su padre frente a Meldrick Taylor.
Dicho de otra manera; creo en el talento de Chávez Jr., aunque el rival en turno lo supera en récord y comportamiento, me atrevo a pensar en una lucha fortísima con caídas y cortes sangrantes y la enorme posibilidad de ver graduarse al hijo de la leyenda mexicana como un verdadero gladiador.
La lucha será batallar primero consigo mismo, intentando alejarse de las distracciones para luego demostrar arriba del ring que existe en su ADN una herencia endosada gratuitamente lista para ser pulida y encumbrarse entre los mejores de la era actual.
@RogerTrujilloJr
(Miami, Fl USA.)