Una proteína derivada del pez escorpión escapó por completo al reconocimiento de los anticuerpos humanos y tuvo una alta actividad bactericida contra un peligroso agente resistente a múltiples fármacos
Un equipo de investigación dirigido por especialistas del Hospital Universitario de Ratisbona (Alemania) descubrió que una proteína producida por una especie de pez escorpión puede destruir bacterias resistentes a los medicamentos. El pez roca coreano, un tipo de pez escorpión del noroeste del Pacífico con espinas tóxicas y picada desagradable, produce una proteína similar a una molécula de defensa humana que podría usarse para tratar infecciones en personas con fibrosis quística.
¿Nuestros anticuerpos nos atacan?
La infección pulmonar crónica es un sello distintivo de la fibrosis quística y requiere un tratamiento antibiótico continuo, que se vuelve menos efectivo con el tiempo, a medida que las bacterias evolucionan para resistir los medicamentos. En este contexto, la ‘Pseudomonas aeruginosa’ es de especial preocupación, ya que esta bacteria gramnegativa frecuentemente adquiere resistencia a múltiples fármacos. Las infecciones intratables pueden provocar sepsis, inflamación generalizada, insuficiencia orgánica y, finalmente, la muerte.
Los seres humanos producen naturalmente una proteína (conocida como BPI en inglés) con alta potencia bactericida que aumenta la permeabilidad de las membranas celulares de las bacterias gramnegativas. Sin embargo, una gran cantidad de personas con fibrosis quística también producen anticuerpos contra la BPI, lo que neutraliza su función bactericida.
Buscando otras versiones más exitosas de la BPI
Los humanos no son los únicos organismos que producen BPI para combatir las infecciones bacterianas. “La BPI es una proteína muy exitosa desde el punto de vista evolutivo“, explica la coautora del estudio, Sigrid Bulow, microbióloga del Hospital Universitario de Ratisbona. Ella y sus colegas se preguntaron si habría otra versión de la proteína con más éxito en la lucha contra la ‘P. aeruginosa’ y que a su vez esquivara adecuadamente a los anticuerpos humanos.
Estudios moleculares de las BPI de una amplia variedad de organismos los hizo decidirse por proteínas de tres candidatos prometedores: el ratón común (‘Mus musculus’), la ostra japonesa (‘Magallana gigas’) y el pez roca coreano (‘Sebastes schlegelii’).
Los científicos encontraron que la BPI derivada del pez escorpión escapó por completo al reconocimiento de estos autoanticuerpos humanos. A la par, tuvo una alta actividad bactericida contra la ‘P. aeruginosa’, resistente a múltiples fármacos, aislada de pacientes con fibrosis quística. Además, la proteína realizó su tarea a una velocidad impresionante. Sus resultados los publicaron recientemente en eLife.
Una agradable y prometedora sorpresa
El autor del estudio, Jonas Holzinger, biólogo también de Ratisbona, comentó que tenía el presentimiento de que la proteína sería un eficaz asesino de bacterias. Su pronóstico deriva del hecho de que la ‘P. aeruginosa’ abunda en el área del océano donde vive el pez roca coreano, por lo que este debería tener armas para defenderse. Sin embargo, su capacidad para protegerse de las bacterias que habían hecho caso omiso incluso a los antibióticos más potentes fue una “sorpresa agradable”, señaló.
El descubrimiento “prepara el escenario” para que los científicos desarrollen mejores herramientas para combatir la resistencia a los antibióticos, indica Nicole Iovine, de la Universidad de Florida (EE.UU.), que no participó en el estudio. La resistencia a los antibióticos es una “batalla terrible que estamos peleando y continuamos peleando”, recalca Iovine. “El amenazante pez escorpión […] finalmente puede proporcionar a los científicos el arma que necesitan para ganar ventaja“, subrayó.