Por Róger Trujillo Jr. Miami Fl USA
¡En tanto que haya alguien que crea en una idea, la idea vive!; con chispeante inteligencia Ortega y Gasett escribió. Y Román ”Chocolatito” González estará, round tras round persiguiendo su idea: un cuarto título mundial que le permitirá la perpetuidad boxística, como el Macondo en los ”Cien años de Soledad” del Nobel de Literatura Gabriel García Márquez.
La manera como el campeón está corriendo no es incierta; y la manera como está dirigiendo sus golpes es como para no herir al aire, sino a su adversario diría el apóstol Pablo sobre Chocolatito, un extraordinario peleador que ha venido sostenidamente impactando desde las 105 libras, con marcha triunfal por 108 y aplastando en 112 al nipón Akira Yaegashi en 9 asaltos intensos, sin pedir tregua, asimilando golpes, luciendo una velocidad desconcertante, como la de aquel pura sangre llamado ”Secretariat” un 9 de junio del 73 en Belmont Stakes .
Frente a más de 10,0000 pares de ojos y fosas nasales el 10 de septiembre en el Forum de Inglewood, California, Estados Unidos, el joven nacido en Nicaragua hace 29 años probará frente al azteca Carlos Cuadras toda esa capacidad destructiva como la del terremoto de Valdivia en Chile que lo mantiene invicto en 45 combates, rascándole la espalda a la histórica marca de 49-0 que ostentan Rocky Marciano y Floyd Maywheather.
Definitivamente este muchacho no bromea en el ring, su récord avala el reconocimiento que público y crítica especializada le han concedido: ¡el mejor peleador del globo terráqueo!, distinción que ha permitido que la cadena norteamericana HBO le coloque como estelar de una velada, hecho que para pesos mínimos no ocurría desde aquel match entre Michael Carvajal y Humberto la ”Chiquita” González que acabo en trilogía épica.
El reto para el Príncipe Cuadras será tan complejo como el que Matt Damon resolvió en ”Good Will Hunting”, sin embargo fuera del séptimo arte, nadie ha encontrado la solución para el problema llamado Román González, su palmarés sigue inmaculado y en su avance por el cinturón de las 115 lbs que ostenta el azteca, nadie se atreve aún a pronosticar al mexicano como vencedor del nicaragüense.
Román González se mantiene parco y bajo el silencio de un héroe que no necesita expectorar verbos incendiarios para hacerse notar, él está enterado que en el lienzo del cuadrilátero frente a su rival, encuentra los trazos necesarios para crear su obra, y solo ahí sus combinaciones lacerantes dan a luz la postal que será primera plana, esa genialidad suya la construye en el cuerpo a cuerpo, buscando el golpe que genera el bullicio que avisora la caída estrepitosa del rival, ¿recuerdan el cuerpo de Cómodo cayendo al suelo luego de la estocada final de Máximo en el Gladiador?
Hay seis millones de coetáneos en la natal Nicaragua de Román esperando el desenlace que diga:ha sucumbido el Príncipe frente al Rey.
¿Será ese el epitafio del combate? O ¿resucitará Pryror vestido de Príncipe?
¡En los puños de Chocolatito hay fosfatina para lograr lo que Argüello no pudo!
¿Ustedes qué piensan?