Todos los ojos estarán sobre Claudia Sheinbaum en los primeros 100 días después de que asuma la presidencia de México en octubre de este año. Además de continuar la labor de su antecesor, la primera mandataria mexicana deberá atender retos de seguridad y economía, según expertos.
CIUDAD DE MÉXICO — La elección de la oficialista Claudia Sheinbaum en los comicios presidenciales de México garantizará que gran parte de la labor del gobierno saliente continúe durante este nuevo mandato. Sin embargo, expertos y ciudadanos dicen esperar que la presidenta electa haga un “balance justo” del estado del país en sus primeros 100 días de gobierno.
“Esperamos que sea un gobierno democrático, que escuche a todas las voces y que tenga cabida en el próximo gobierno. Ella ganó por un partido pero va a gobernar para todos”, dijo el lunes a la Voz de América Mario Ponce, líder del colectivo Juventudes México. “Sin duda, el mayor reto que tiene el gobierno de Claudia Sheinbaum es garantizar la seguridad de los jóvenes”.
Sheinbaum ganó con más del 58 % de los votos, según el Instituto Nacional Electoral (INE), lo que significa un enorme ventaja de más de treinta puntos porcentuales con su competidora más cercana, la opositora Xóchitl Gálvez.
Ponce reiteró que en México “ser joven es sinónimo de estar en peligro”, por lo que hizo un llamado al nuevo gobierno a invertir no solo en seguridad sino en educación como “herramienta de movilidad social para que los jóvenes puedan acceder a mejores oportunidades”.
Fernanda Ares, una joven habitante de Nuevo León, un estado al norte de México, dijo esperar que el nuevo gobierno sea “realista a la hora de entrar a hacer un diagnóstico sobre la situación actual de la organización y de la estructura que hay actualmente”.
“Que establezcan un gabinete con personas que no nada más sean cercanas, sino que tengan una pasión por el servicio y que realmente estén alineadas a la visión de la persona que ganó, que tengan pasión, vocación y compromiso, sobre todo para cumplir con lo que se les encomiende”, agregó Ares.
Bosco Martí, un economista mexicano, advirtió que “este mandato claro que está recibiendo (Scheinbaum) le va a dar mucha independencia para poder avanzar en algunos de los muy importantes temas pendientes que tiene México en términos de infraestructura energética y otros temas”.
Martí, con una carrera de más de 20 años en el gobierno federal mexicano, recordó que el saliente Andrés Manuel López Obrador ganó con 53,19 %, lo que sitúa a su heredera política cinco puntos por encima.
“Esta ventaja principal muy importante, (…) realmente le permitirá poder concentrarse y avanzar en todos los temas de la agenda de los que ha estado hablando durante la campaña”, apuntó durante un debate organizado por el Atlantic Council, un centro de estudios con sede en
Hernán Carrasco, un votante que conversó con la VOA en Ciudad de México, dijo sentirse satisfecho al ver largas filas de personas esperando para votar el domingo pues demuestra que la gente “ya está más involucrada en la vida política del país”. Sin embargo, hizo un llamado a que el nuevo gobierno “haga el bien, porque sin la gente, sin el voto, no es posible todo esto”.
La victoria de Sheinbaum es celebrada como un paso de avance para el país. “Tenemos que resaltar el hecho de que México tendrá su primera mujer presidenta en su historia, y también la primera mujer presidenta en Norteamérica”, dijo la exsubsecretaria mexicana de Comercio Exterior Luz María de la Mora.
“Es una muy buena noticia porque esperamos que, como mujer, tenga una visión que tome en cuenta las cuestiones de las mujeres, pero también una visión diferente con respecto a las necesidades sociales y lo que México necesita para desarrollarse”, agregó De la Mora en la conversación auspiciada por el Atlantic Council.
Los expertos economistas adelantaron que entre los retos que la próxima administración tiene por delante está el acelerar la transición energética en el país, asegurar la vitalidad del comercio y demostrar que es un destino seguro para los inversionistas.
La Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos detalla a su vez que las principales prioridades en materia de derechos humanos para la presidenta electa serán revertir la militarización, reducir la impunidad y el poder de los grupos criminales, cambiar la política migratoria para priorizar los derechos humanos e impulsar la búsqueda e identificación de las personas desaparecidas.
Futuro de relación con EEUU
La relación con Estados Unidos, que también elegirá a un nuevo presidente el próximo noviembre – un mes después de la toma de posesión de Sheinbaum- es una de las grandes incógnitas. La candidata adelantó en su primer discurso tras la proyección de su victoria que espera mantener una relación amistosa y de respeto mutuo con su vecino del Norte.
México juega un importante papel en varios de los temas prioritarios para los votantes estadounidenses: la migración y el contrabando de drogas.
“En la medida en que México demuestre ser el socio preferido de Estados Unidos para abordar estos temas y trabajar en ellos de manera bilateral y colaborativa, estaremos mucho mejor que simplemente ser señalados acusados en estos temas”, remarcó Bosco Martí.
“Si México es capaz de establecer un buen sistema con Centroamérica y otros países que permita un programa de trabajadores temporales que entran a México como vía a Estados Unidos, creo que estaremos mucho mejor que simplemente fortalecer nuestras fronteras y tratar de hacerlas menos permeables”, afirmó.
Para el también economista y experto en comportamiento de mercados, Antonio Espíndola, es muy importante recordar la posición del país norteamericano. “México es el principal socio comercial de EEUU, con más del 50 % del comercio total que tenemos con ese país en particular. Espero que la señora Sheinbaum pueda aprovechar esta situación particular”.
Retos presupuestarios
Sheinbaum enfrentará la tarea de cumplir sus promesas de campaña de impulsar los programas sociales, incluso después de que el elevado gasto de su predecesor en el año electoral llevó el déficit presupuestario a su mayor nivel desde la década de 1980.
Luego de ganarse la confianza de los inversores con estrictas políticas de gasto durante la mayor parte de su mandato, el presidente Andrés Manuel López Obrador abrió la billetera en su último año en el cargo para terminar proyectos emblemáticos de infraestructura y cubrir un aumento en los programas de bienestar para los más pobres.
Eso impulsó el déficit a un 5,9 % del Producto Interno Bruto (PIB) en 2024, desde el 4,3 % en años anteriores. Esas medidas obligarán a la entrante administración de Sheinbaum, a mantener el límite en el gasto o arriesgarse a afectar la solvencia crediticia de México.
De acuerdo con economistas, analistas y exfuncionarios de alto rango de México, la solución para la segunda economía más grande de América Latina es algún tipo de reforma tributaria que aumentaría los ingresos fiscales, a pesar de que Sheinbaum ha dicho que no tiene planes de aumentar los impuestos.
[Con información de Reuters]