La vicepresidenta nicaragüense, Rosario Murillo, recordó el legado literario y cultural del poeta Rubén Darío, en el aniversario 102 de su desaparición física.
‘Nos sentimos inmensos, infinitos cuando pensamos en un Darío nicaragüense y universal que nos llena a todos, que es para todos patrimonio y legado insustituible’, afirmó Murillo.
La vicemandataria destacó que en León, Ciudad Darío, Matagalpa, Masaya, y en toda Nicaragua, rinden homenaje al reconocido precursor del movimiento literario modernista en lengua castellana.
También en nuestras misiones diplomáticas en el exterior revivimos ese orgullo cotidiano, porque Darío no es solo del 18 de enero o del 6 de febrero, es de todos los días, acotó.
‘Darío el revolucionario, el evolucionario y el transformador, Darío raíz nuestra, Darío que en nuestras venas como sangre nicaragüense se encuentra, circula y nos anima todos los días porque con Rubén en el corazón vivimos como identidad, como el legado, como fuerza, como espíritu y sobre todo como alma nicaragüense’, comentó.
Estudiantes y autoridades de la ciudad de León depositaron una ofrenda floral en la casa donde falleció el también conocido como príncipe de las letras castellanas (1867-1916), y en la Basílica Catedral de la Asunción de León, lugar en el que descansan sus restos mortales.
‘El espíritu de Rubén Darío campea en todo el horizonte del territorio nacional y es ejemplo de principios y valores para nuestra juventud, dejándole ese sueño de que Nicaragua sea una patria grande, vigorosa, fuerte, cristiana, socialista y solidaria’, afirmó el alcalde de la ciudad, Roger Gurdián.