El volcán de Fuego, uno de los más peligrosos en América Central, volvió a entrar en erupción el 18 de noviembre.
Según el Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (Insivumeh) de Guatemala, el Volcán de Fuego habría incrementado su actividad en las ultimas horas, provocando fuertes avalanchas y explosiones.
Las columnas de ceniza se elevan a 4,500 y 4,800 metros de altura y se dispersan a una distancia de 20 kilómetros en dirección al oeste, suroeste y sur del cono.
El ente científico explicó que, debido al remanente del material de la última erupción del pasado domingo, se generan avalanchas hacia las diferentes barrancas.
Además, existe caída de ceniza en las comunidades de Panimaché I y II, Morelia, Santa Sofía, El Porvenir, Finca Palo Verde, Sangre de Cristo y Yepocapa.
Este año el volcán ha registrado cinco erupciones, la más violenta el pasado 3 de junio con saldo de más de 190 muertos y 1.7 millones de afectados en los departamentos de Sacatepéquez, Escuintla y Chimaltenango.