La fiesta se celebra con mucha fe y devoción a la Inmaculada Concepción es la fiesta patronal de Nicaragua.
La gritería es una festividad nicaragüense en honor a la Purísima e Inmaculada Concepción de María surgida a fines del siglo XVIII.
Se celebra la noche del 7 de diciembre, víspera de la fiesta católica de la Inmaculada Concepción de María, devotos recorren las calles y visitan diferentes altares erigidos en honor a la Virgen María, en templos y casas particulares, realizando rezos, cánticos y quemando pólvora como cohetes y juegos pirotécnicos.
Miles de feligreses católicos de distintas partes de Nicaragua saldrán a las calles mañana viernes 7 de Diciembre para celebrar como todos los años la gritería de la “Virgen Concepción de María” en el departamento de León.
En la fiesta de La Purísima, los nicaragüenses honran a la Virgen María con canciones, procesiones y juegos pirotécnicos.
Llaman a esta celebración del día de la fiesta , “La Gritería”, que literalmente significa “El Grito”.
Durante todo el año, los nicaragüenses se saludan diciendo: “¿Quién es la causa de tanta alegría?” , Y la respuesta común es ” ¡La Concepción de María!”.
La iglesia de San Francisco es el lugar donde nació y se irradió la celebración de La Purísima a la Virgen Concepción de María una devoción ardiente que desde 1742 caló en el corazón de Nicaragua.
Los misioneros españoles, en particular los franciscanos, trajeron a América la devoción por la Virgen María y su Inmaculada Concepción.
El origen de esta fiesta, en su versión nicaragüense, se remonta al año 1742 y surgió en la iglesia de San Francisco de la ciudad de León.
El 8 de diciembre de 1854 el Papa Pío IX promulgó la bula Ineffabilis Deus, en la que expuso y definió como “doctrina revelada por Dios y que todos los fieles deben creer firme y constantemente que la Santísima Virgen María fue preservada de toda mancha del pecado original desde el primer instante de su concepción, por gracia y privilegios únicos que le concedió Dios todopoderoso en previsión de los méritos de Jesucristo, Salvador del género humano” con lo que legitima el culto mariano.
El 7 de diciembre de 1857 monseñor Gordiano Carranza, desde el atrio de la Iglesia de San Felipe (en León), anima al pueblo a visitar casa por casa y a alzar sus propios altares a la vez de rezar, cantar y gritar a la Virgen. De León la fiesta saltó a Masaya, Managua y a Granada y de allí se extendió por todo el país.
El 7 de diciembre se celebra con alegría en todas las casas de los Nicaragüenses La Purísima Inmaculada Concepción.
La fiesta de La Purísima es acompañada de cantos, pólvora y brindis de frutas, dulces y refrescos típicos.
La gente recorre las calles al anochecer del 7 de diciembre y se detiene en las casas que tienen altares confeccionados especialmente para ese día. Al acercase a la puerta, gritan “¿Quién causa tanta alegría?” y la gente, desde adentro, contesta: “!La Concepción de María!” Con eso se inicia el canto.