Durante una investigación se descubrió la presencia de perforaciones tanto en el radiador como en los paneles solares del carguero espacial ruso
Especialistas de la Corporación Espacial y de Cohetes rusa Energiya sugirieron que las anomalías detectadas en el sistema de control térmico de la nave espacial de carga Progress MS-21, al igual que las que se encontraron anteriormente en la nave tripulada Soyuz MS-22, fueron ocasionadas por “influencias externas”, informa este martes la agencia espacial rusa Roscosmos.
Leer más: Identifican una nueva clase de asteroides ricos en agua
Esta hipótesis fue formulada a partir de fotografías que muestran las alteraciones en la superficie exterior de la Progress MS-21, incluyendo el radiador del compartimiento de montaje e instrumentos y los paneles solares.
De acuerdo con Roscosmos, las imágenes fueron capturadas mediante el sistema manual remoto TORU, después de que el carguero espacial fuera desacoplado del módulo de investigación ruso Poisk de la Estación Espacial Internacional (EEI) el sábado de la semana pasada. El TORU fue operado desde la EEI por los cosmonautas rusos Serguéi Prokópiev y Dmitri Petelin.
Los expertos recalcaron que se descubrió la presencia de perforaciones tanto en el radiador como en los paneles solares de la Progress MS-21, los cuales nunca fueron reparados en los procesos previos a su lanzamiento, ni tras su acoplamiento con la EEI.
Asimismo, indicaron que para descartar la hipótesis de un posible defecto de fabricación del sistema de control térmico de la Soyuz MS-22 y Progress MS-21, se examinó el historial de comentarios de los últimos 15 años. “No se identificaron comentarios que pudieran conducir a una situación tan anormal”, precisó la corporación Energiya, explicando que “la reserva de confiabilidad del sistema de control térmico es de un año desde el lanzamiento de la nave, por lo que el sistema está garantizado para ser confiable en las condiciones de diseño de su operación”.
Los investigadores mencionaron que continuarán analizando la información disponible y llevarán a cabo experimentos en tierra para simular los daños que afectaron a la Progress MS-21, con el propósito de implementar medidas de seguridad para evitar amenazas futuras en el desarrollo y fabricación de naves espaciales.
Leer más: Develan el secreto del apretón de manos entre chimpancés al acicalarse
Asimismo, Roscosmos señaló que se autorizó el lanzamiento de la nave espacial no tripulada Soyuz MS-23, que tendrá lugar este viernes, y se tiene contemplado que su acoplamiento con la EEI ocurra este sábado. Esta misión está destinada a reemplazar a la de la Soyuz MS-22, la cual originalmente iba a transportar de regreso a la Tierra a la tripulación conformada por los cosmonautas rusos Serguéi Prokópiev y Dmitry Petelin y el astronauta estadounidense Francisco Rubio.
Los vuelos al segmento ruso de la EEI no se cancelan
La agencia espacial rusa confirmó que el aterrizaje de la Soyuz MS-22, previsto para el 28 de marzo, ha sido cancelado y se planea que en su lugar la operación sea realizada por la Soyuz MS-23 en septiembre. También recalcó que no se cancelaron los programas de vuelo al segmento ruso de la EEI, por lo que una nueva tripulación viajara a la estación orbital por medio de la Soyuz MS-24, también en septiembre.
Leer más: Descubren la primera evidencia de que los agujeros negros son la fuente de la energía oscura
El domingo de la semana pasada, la nave espacial de carga Progress MS-21 fue desorbitada, ingresando a la atmósfera terrestre para que se desintegrara. Los elementos que no llegaron a destruirse completamente terminaron cayendo en una zona no navegable del océano Pacífico.