El artefacto tiene una masa de 2,9 gramos y mide 39,3 milímetros de largo por 25 mm de ancho
Un grupo de investigadores de la Universidad de Berna (Suiza) ha logrado identificar una punta de flecha fabricada a partir de hierro meteórico que proviene de un yacimiento que data de finales de la Edad de Bronce (900-800 a.C.), en la comuna suiza de Morigen, según un estudio publicado en la revista Journal of Archeology Science.
La punta de flecha fue hallada originalmente en el siglo XIX y desde entonces era parte de la colección del Museo Histórico de Berna. Sin embargo, no fue sino hasta que se empezaron a realizar búsquedas de artefactos fabricados con hierro meteórico en colecciones arqueológicas ya existentes, que los científicos descubrieron que el artefacto estaba hecho de material extraterrestre.
El elemento afilado tiene una masa de 2,9 gramos y mide 39,3 mm de largo por 25 milímetros de ancho. Los restos de alquitrán de madera encontrados en la punta indican que en algún momento estuvo sujeta a un astil.
Procedencia del hierro
En un principio, se creía que el hierro con que se fabricó la punta de flecha provenía del meteorito Twannberg, cuyos fragmentos se encuentran a unos 4-8 kilómetros de donde fue encontrado el artefacto, pero análisis posteriores evidenciaron que se trataba de un meteorito diferente.
Los autores del estudio descubrieron en el artefacto una combinación de kamacita, taenita y aluminio-26, minerales que no se encuentran de forma natural en la Tierra y que no coincidían con el meteorito Twannberg, que únicamente contiene kamacita.
El hierro meteórico de la punta de flecha de Morgen era compatible con el tipo de meteoritos IAB, que fueron encontrados en Bohumilitz (República Checa), Retuerta del Bullaque (España) y Kaalijarv (Estonia).
La investigación concluyó que el meteorito de Kaalijarv, que cayó durante la Edad de Bronce (aproximadamente 1500 a. C.), parece ser el origen más probable de la punta de flecha.
Los restos de ese bólido se encuentran a unos 1.600 kilómetros del lugar donde se halló el artefacto, por lo que los científicos creen que los fragmentos del meteorito pueden haber sido comercializados a través de la antigua Ruta del ámbar.
El uso de hierro meteórico para la fabricación de objetos en la época anterior a la Edad de Hierro en Eurasia y el Norte de África fue bastante común, según varios hallazgos arqueológicos realizados en diferentes zonas.