Una nueva teoría puede explicar por qué los asteroides más pequeños obtienen los rasgos de magnetismo, aunque no tengan campo magnético
Los científicos de la Universidad de Yale (EE.UU.) parecen haber descubierto la causa de por qué algunos meteoritos de hierro caídos a la Tierra conservan rastros de magnetismo, lo que puede explicar las peculiaridades del origen de los asteroides, reporta Universe Today.
El campo magnético externo
Según los investigadores, hay dos hipótesis sobre cómo los meteoritos obtienen el magnetismo. Una de ellas se centra en su formación dentro de otro campo magnético. Los granos de hierro dentro del meteorito están alineados a lo largo del campo magnético externo, lo que confiere al meteorito su propio magnetismo. Los especialistas citan el ejemplo del meteorito marciano llamado Belleza Negra, que adquirió su magnetismo a partir del fuerte campo magnético del joven Marte.
Sin embargo, esta teoría no puede responder a la pregunta de por qué los meteoritos que no se han formado dentro de un campo magnético tienen magnetismo. Los meteoritos de hierro suelen clasificarse por su composición química, su proporción de níquel y hierro. Existe un tipo de meteorito, IVA, que es conocido porque se trata de fragmentos de asteroides más pequeños, muchos de ellos son magnéticos aunque no tienen campos magnéticos fuertes.
Por eso los expertos ofrecieron una nueva explicación sobre este fenómeno basada en los choques de los asteroides, que pueden crear una dinamo magnética dentro de un cuerpo celeste.
Choques de asteroides crean ese magnetismo
De acuerdo con Space.com, que se hace eco de la investigación, cuando dos asteroides ricos en hierro chocan y se dispersan en fragmentos, algunos de ellos se fusionan en un núcleo interno más frío recubierto por una capa más caliente de roca fundida. Entonces, si los fragmentos tenían el tamaño adecuado, el núcleo frío empezaba a extraer elementos, como el azufre, del líquido caliente.
Este método demostró que la transferencia de calor resultante podría crear una circulación suficiente para desencadenar una dinamo y, por tanto, un campo magnético. Y si se formara una dinamo de este tipo, podría durar millones de años y sus huellas serían detectables por los astrónomos mucho tiempo después.
Esta revelación puede dar un impulso a las investigaciones de la historia del sistema solar y a los proyectos que intentan averiguar los factores, como la deriva planetaria, que podrían haber desencadenado colisiones más frecuentes de asteroides. Debido a la importancia de este descubrimiento, los cosmólogos aconsejan abstenerse de utilizar imanes para distinguir los meteoritos de la roca circundante, ya que esto puede eliminar la historia magnética de un meteorito y, por lo tanto, datos clave para los estudios pueden perderse.