Un estudio señala que ‘Candida albicans’ es capaz de generar en el cerebro un tipo de proteínas tóxicas asociadas a las enfermedades de Alzheimer y de Parkinson, entre otras
“Nuestro laboratorio tiene años de experiencia en el estudio de hongos, por lo que nos embarcamos en el estudio de la conexión entre ‘Candida albicans’ y la enfermedad de Alzheimer en modelos animales”, comentó el doctor David Corry, director del estudio.
La conexión entre la infección por hongos y el alzhéimer
En el transcurso de la investigación se descubrió que, para ingresar al cerebro de los ratones y causar daño, ‘Candida albicans’ produce enzimas del tipo proteasa aspártica secretada (Sap), “que rompen la barrera hematoencefálica, lo que le permite al hongo acceder al cerebro y causar daño“, explicó el primer autor, Yifan Wu, científico posdoctoral en el laboratorio de Corry.
Wu señaló que estas Saps generan también unos compuestos denominados péptidos similares a beta amiloide (Ab), que son fragmentos proteicos tóxicos fundamentales en el desarrollo del alzhéimer. Estos, a su vez, activan receptores en las células cerebrales denominadas microglías, que protegen al sistema nervioso central de las infecciones y otros daños, manteniendo baja la carga de hongos en el cerebro, aunque sin eliminar completamente la infección.
Por otro lado, otras proteínas de ‘Candida albicans’, llamadas candidalisinas, se unen a otros receptores de microglías induciendo la activación de estas células, lo que resulta en la “eliminación de la cándida del cerebro”, especifica Wu. “Si suprimimos esta vía, los hongos ya no se eliminan eficazmente del cerebro“, agrega. Los resultados del estudio se publicaron recientemente en Cell Reports.
Una nueva pieza del rompecabezas
“Este trabajo aporta potencialmente una nueva pieza importante al rompecabezas sobre el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer”, afirma Corry. “La explicación actual para esta condición es que, mayormente, es el resultado de la acumulación de péptidos tóxicos tipo Ab en el cerebro, lo que conduce a la neurodegeneración“, añadió el experto.
“La idea dominante es que estos péptidos se producen de forma endógena, nuestras propias proteasas cerebrales descomponen las proteínas precursoras del amiloide, generando los péptidos Ab tóxicos”, puntualizó Corry. Sin embargo, el equipo de investigación demostró que los péptidos similares a Ab también pueden generarse a partir ‘Candida albicans’. Este hongo se ha detectado con frecuencia en el cerebro de personas que padecen alzhéimer y otros trastornos neurodegenerativos crónicos.
“Proponemos que los agregados cerebrales de los péptidos Ab, que caracterizan múltiples afecciones neurodegenerativas asociadas a la cándida, incluyendo la enfermedad de Alzheimer, la enfermedad de Parkinson y otras, pueden ser generados tanto intrínsecamente por el cerebro como por ‘Candida albicans'”, concluye Corry.