Las células TCM son fundamentales para la capacidad del sistema inmunológico adaptativo de crear recuerdos inmunológicos duraderos
Un equipo de investigadores de la Universidad de Lausana (Suiza) rastreó el origen de una enigmática población de células TCM de memoria central (TCM, por sus siglas en inglés), que posee propiedades que confieren memoria inmunológica en un modelo animal, resolviendo así un largo debate científico de 18 años.
Estas células TCM, similares a células madre, son fundamentales para la capacidad del sistema inmunológico adaptativo (no innato) de crear recuerdos inmunológicos duraderos. Esta capacidad es crítica para controlar los patógenos en episodios de infección o reexposición, y para desencadenar una rápida movilización de la defensa vital del hospedero.
Aunque son esenciales para la respuesta inmune general, desde su descubrimiento en 2005 estas TCM han estado profundamente envueltas en debates y controversia sobre quiénes son sus precursoras.
El equipo del estudio, que fue publicado recientemente en Science Immunology, constató que las TCM emergieron rápidamente al exponer a los animales de laboratorio a una infección con el virus de la coriomeningitis linfocítica y descubrió, finalmente, que derivaban de las células T CD8 +, conocidas como citotóxicas o asesinas. Estas son fundamentales en la defensa contra patógenos y células cancerosas.
“En respuesta a la infección, las células T CD8 + vírgenes producen un gran conjunto de células efectoras terminales de vida corta que eliminan las células huésped infectadas”, escribieron los autores de la investigación. “Paralelamente, se forma una población menor de células de memoria central, similares a las células madre, que tienen la capacidad de mantener la inmunidad después de la eliminación del patógeno“, añadieron.