La teoría de la formación lunar más rápida y en una sola etapa explica con mejores argumentos la similitud en la composición de la Tierra y la Luna, su órbita actual, su inclinación y su corteza delgada
Científicos de la NASA realizaron simulaciones computacionales de alta resolución del catastrófico impacto que recibió una versión antigua de la Tierra por un cuerpo del tamaño de Marte, llamado Theia, y que derivó en el surgimiento de la Luna. Este fenómeno, en estudio por varias décadas, no contaba con una respuesta concluyente sobre el tiempo que demoró la formación de nuestro satélite a partir de la fusión, en su órbita, de los escombros de la colisión. Ahora, esta nueva simulación revela que la Luna pudo haberse formado tan solo en cuestión de horas, comunicaron este martes.
“Esto abre una gama completamente nueva de posibles puntos de partida para la evolución de la Luna”, dijo Jacob Kegerreis, cosmólogo computacional de la Universidad de Durham, Reino Unido, e investigador de la NASA, en California, EE.UU., autor de este estudio. “Entramos en este proyecto sin saber exactamente cuáles serían los resultados de estas simulaciones de alta resolución”.
Las simulaciones
La investigación, para estudiar los orígenes de la Luna, contó con el empleo de las simulaciones computacionales más detalladas y con la resolución más alta jamás lograda. Los resultados mostraron que las simulaciones de baja resolución pueden perder aspectos importantes en este tipo de colisiones. De este modo, los investigadores pudieron ver comportamientos que los estudios anteriores sencillamente no detectaban.
“Lo que hemos aprendido es que es muy difícil predecir cuánta resolución se necesita para simular estas colisiones violentas y complejas de manera confiable; simplemente debe seguir probando hasta que descubra que aumentar aún más la resolución deja de hacer una diferencia en la respuesta que usted obtiene”, comentó Kegerreis este miércoles a Live Science.
Las teorías de su formación
El análisis de la composición química de las rocas lunares arrojó una alta similitud con la composición de las rocas terrestres, lo que permitió a los científicos, desde hace décadas, establecer que gran parte del material que forma nuestro satélite natural provino originalmente de la Tierra. Estos hechos, hacen escasamente probable la teoría que sostiene que Theia se mezcló con poco material terrestre durante la colisión para formar la Luna, pues no eso explica la enorme similitud química existente. Tampoco el modelo según el cual la Luna se forma dentro de un remolino de roca vaporizada de la colisión, podría explicar muy bien su órbita actual.
Sin embargo, la teoría de la formación de la Luna, más rápida y en una sola etapa que deriva de la nueva simulación, explica con mejores argumentos esta similitud en la composición, ya que usa más material de la Tierra para nuestro satélite, particularmente en sus capas externas. Los científicos consideran que también ofrece una respuesta más coherente para el asunto de la órbita actual y su inclinación, así como también revela el enigma de la corteza delgada de la Luna. Por todo esto, los investigadores consideran la nueva teoría como una de las explicaciones más atractivas sobre los orígenes de la Luna hasta el momento.
Aunque todas estas teorías necesitarán ser refutadas o aceptadas en base a estudios futuros, lo científicos coinciden en que esas investigaciones permiten comprender más a la Tierra. “Cuanto más aprendemos sobre cómo se formó la Luna, más descubrimos sobre la evolución de nuestra propia Tierra. […] Sus historias están entrelazadas”, dijo Vincent Eke, de la Universidad de Durham y coautor del artículo publicado, este martes, en The Astrophysical Journal Letters.