El cálculo fue realizado por el periódico Reforma entre el 1 y el 9 de diciembre
En 24 estados mexicanos, del total de 32 que tiene el país, se registraron al menos 254 asesinatos solo durante la última semana.
La cifra proviene de un conteo que el periódico Reforma lleva haciendo desde 2007, específicamente en lo referente a muertes violentas, como presuntos ajustes de cuentas de grupos criminales o enfrentamientos con fuerzas armadas.
De esta manera, el cálculo realizado del 1 de diciembre –fecha en que asumió el Gobierno Andrés Manuel López Obrador– al domingo 9, incluye enfrentamientos armados entre grupos criminales, multiejecuciones, ataques a fuerzas de seguridad, víctimas con señales de tortura o descuartizados, así como escenas en las que se encontraron mensajes de presuntos narcotraficantes.
Algunas de las muertes violentas
En Ciudad de México se produjeron al menos 12 crímenes en dicho lapso. Entre ellos el asesinato del abogado Jesús Horacio García Vallejo, el pasado 3 de diciembre, quien defendió, entre otros, a Miguel y Omar Treviño Morales, líderes del grupo criminal Los Zetas y a Florence Cassez, acusada de pertenecer a una banda de secuestradores.
#Asíeslanoticia: Destaca @tonosotosanchez que suman 254 muertos en primer semana de gobierno de @lopezobrador_ , 40 asesinatos más que última semana de gobierno de @EPN por lo cual urge coordinación entre órdenes de gobierno y, una estrategia clara que abata índices delictivos. pic.twitter.com/0zrNIzrFSx
— Así es la noticia (@Asieslanoticia) 10 de diciembre de 2018
Tres días después, en la alcaldía de Gustavo A.Madero, al norte de la capital del país, al menos cinco personas murieron durante dos tiroteos.
El lunes 4 de diciembre, un enfrentamiento entre autoridades y hombres armados en el municipio de La Huerta, Jalisco (oeste de México), dejó un saldo de seis personas muertas y una lesionada.
Ese mismo día, pero en el estado de Puebla (centro de México), al menos cinco personas fueron acribilladas en un enfrentamiento armado; en el lugar fueron dejadas cartulinas con mensajes firmados por el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
“Esto le pasa a toda la escoria Z, llegó la limpia de mugrosos, secuestradores, chapulines, roba ganados”, decía el mensaje.
El estado de Guanajuato (centro de México) tuvo el 5 de diciembre una jornada violenta, en la que se registraron al menos 20 asesinatos en diversos hechos y municipios. En uno de los casos, los agresores ingresaron a un hospital privado a rematar a la víctima.
Terrible la violencia en nuestro país. Matan a 20 personas en Guanajuato este martes https://t.co/huOZOaKPmc pic.twitter.com/b7OGxsUfRS
— Joaquín López-Dóriga (@lopezdoriga) 5 de diciembre de 2018
“Estamos rompiendo nuestros techos históricos cada mes, este año vamos a cerrar con alrededor de 34.000 muertes violentas, es un número altísimo, una tasa altísima”, advirtió Edna Jaime, de la organización México Evalúa. Sin embargo, la cifra podría ser mayor, pues hasta octubre se tenían registradas 36.528 muertes violentas en el país, con base en cifras oficiales, las cuales contemplan solo los hechos denunciados en los diversos estados del país.
La estrategia de López Obrador
Para enfrentar las cifras de violencia en México, Andrés Manuel López Obrador ha reafirmado su idea de crear la Guardia Nacional, integrada por 50.000 elementos, así como dividir el territorio mexicano en 150 coordinaciones para la seguridad que trabajarán con las policias estatales.
La Guardia Nacional pasará a formar parte de la Secretaría de Defensa Nacional y será conformada por policías navales y militares con adiestramiento de las Fuerzas Armadas.
El plan de seguridad del nuevo Gobierno de México también contempla investigar a los funcionarios de las Fuerzas Armadas que incurran en violaciones de derechos humanos.
Alfonso Durazo, secretario de Seguridad y Protección Ciudadana del Gobierno mexicano, ha reconocido además que, ante la imposibilidad de derrotar a las organizaciones criminales solo por medios policiales, “resulta imperativo hacer un alto para considerar y debatir emprender un proceso de pacificación con las organizaciones delictivas y adoptar un modelo de justicia transicional”.