La científica corona una carrera política que comenzó a mediados de los años 80.
Claudia Sheinbaum juró este martes como presidenta de México frente a su antecesor, Andrés Manuel López Obrador, en una ceremonia que se realiza en el Palacio Legislativo frente a representantes de todos los poderes e invitados internacionales.
“Protesto guardar y hacer guardar la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y las leyes que de ella emanen, y desempeñar leal y patrióticamente el cargo de presidenta de la República que el pueblo me ha conferido, mirando en todo por el bien y prosperidad de la Unión; y si así no lo hiciere, que la Nación me lo demande”, gritó en la histórica sesión especial en la que, por primera vez en la historia, una mujer se convirtió en la primera jefa de Estado de este país.
“¡Es un honor, estar con Claudia hoy!, “¡Presidenta, presidenta!”, vitorearon los senadores y diputados oficialistas mientras López Obrador le traspasaba la banda presidencial a la presidenta de la Cámara de Diputados, Ifigenia Martínez, quien a su vez se la entregó a Sheinbaum.
En su primer discurso como presidenta, Sheinbaum recordó que hace 19 años, en este mismo recinto, López Obrador cimbró la lucha por la democracia en México cuando advirtió que la historia lo juzgaría a él y a quienes querían impedirle ser candidato presidencial a través de un desafuero.
“Hoy lo decimos con certeza y sin temor a equivocarnos: la historia y el pueblo lo ha juzgado, Andrés Manuel López Obrador es uno de los grandes, el dirigente político y luchador social más importante de la historia moderna, el presidente más querido, solo comparable con Lázaro Cárdenas, el que inició y termina su mandato con más amor de su pueblo”, afirmó.
También lo definió como “el mejor presidente de México” por haber llevado a cabo una “revolución pacífica” de la vida publica de México.
“Se retira de la vida pública como un demócrata y a seguir luchando desde otra trinchera (…). Ha sido un honor luchar con usted. Hasta siempre, hermano, amigo, compañero”, dijo.
Sheinbaum recordó que en las pasadas elecciones del 2 de junio la ciudadanía apostó por continuar la transformación que inició López Obrador y, sobre todo, que ya era tiempo de mujeres.
“Después de 200 años de la república por primera vez llegamos las mujeres a conducir los destinos de nuestra hermosa nación”, señaló.
Por otra parte, explicó que los logros sociales y económicos del Gobierno de López Obrador, que incluyeron la reducción de la pobreza y de la desigualdad; baja inflación, deuda y desempleo; el fortalecimiento del peso y el alza del salario mímino, entre otros saldos, fueron posibles gracias a una profunda transformación en el país.
“Cambió el fracasado modelo neoliberal, y del régimen de corrupcion y privilegios (pasamos) a uno que surgió de la fecunda historia de México, del amor al pueblo y la honestidad. Lo llamamos el humanismo mexicano”, recordó.
La científica de 62 años se convirtió así en la primera mujer presidenta de México y culminó una larga carrera política que comenzó a mediados de la década de 1980, cuando era una joven estudiante de la carrera de Física y se convirtió en parte del Consejo Estudiantil Universitario (CEU), que llevó a cabo una histórica huelga en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Más tarde, Sheinbaum participó en la fundación del Partido de la Revolución Democrática (PRD), el cual aglutinó durante décadas a la izquierda mexicana. Luego continuó sus estudios en EE.UU. y volvió a México.
En el año 2000, López Obrador ganó la jefatura de Gobierno de la Ciudad de México e invitó a la científica a formar parte de su gabinete, como secretaria de Medio Ambiente.
Aunque apenas se habían visto en algunas reuniones políticas, Sheinbaum aceptó el desafío. En 2006, ella ejerció como vocera de la primera campaña presidencial de López Obrador, en unas elecciones que estuvieron ensombrecidas por las sospechas de fraude.
También fue una de las fundadoras del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), el partido que construyó el mandatario saliente y que, a la larga, desplazó por completo al PRD como la principal fuerza de izquierda en México.
Al amparo de Morena, Shienbaum se postuló en 2015 por primera vez a un cargo de elección popular, la alcaldía de Tlalpan, en la Ciudad de México. Un par de años más tarde, anunció que contendería por la Jefatura de Gobierno de la capital.
El 1 de diciembre de 2018, en una ceremonia que coronó décadas de luchas de la izquierda mexicana, López Obrador juró como presidente. Cinco días después, Sheinbaum lo hizo como jefa de Gobierno. Morena comenzó a gobernar el país y la capital. En los años siguientes, se convirtió en el partido más poderoso de México.
En el momento en que Sheinbum asumió su nuevo cargo, se transformó automáticamente en precandidata a la presidencia para 2024. El desafío era convertirse en la primera presidenta en los 200 años de historia de vida independiente de México.
Con el apoyo incondicional de López Obrador, el pasado 2 de junio, la científica logró su objetivo al arrasar en las elecciones con el 59,7 % de los votos.