En las redes ha estallado un debate sobre la eficiencia de los cuerpos policiales y la ética de la venganza en manos de los propios ciudadanos
A finales del pasado mes de septiembre una serie de chocantes imágenes de hombres desnudos, torturados y atados a postes en las calles de Puerto Vallarta se convertían en el incómodo testimonio de una dura realidad que tiene lugar en una zona supuestamente segura de México: Puerto Vallarta.
En aquel momento, la Fiscalía local no dio demasiada información sobre este hecho: ni precisó el número concreto de hombres desnudos encontrados, ni ofreció detalles sobre las circunstancias de lo sucedido. Sin embargo, paralelamente, las redes sociales ponían nombre a lo que estaba sucediendo: se trataba de ladrones (“ratas”) castigados por “justicieros”, un “operativo” brutal que ha reabierto el debate sobre la seguridad en el país, la cuestionada eficiencia de los cuerpos policiales y la discutible ética de la venganza en manos de los propios ciudadanos.
Por su parte, la prensa también se hacía eco de algunos testimonios que indicaban que, muy posiblemente, los hombres encontrados en tan adversas circunstancias eran ladrones que habían sido secuestrados y abandonados de esa manera.
El llamado “justiciero vallartense” parecía haber entrado en acción y, a juzgar por los comentarios que el hecho suscitó en las redes sociales, muchos ciudadanos aplauden su violento ‘modus operandi’.