La Casa Blanca dice que se están preparando, tras considerar que si la política es levantada habrá una afluencia importante de personas a la frontera
Una nueva caravana prevé partir este viernes de la ciudad de Tapachula, en el estado mexicano de Chiapas, cerca de la frontera con Guatemala, donde los migrantes llevan semanas varados. Al parecer, la salida estaba prevista para el miércoles, pero fue pospuesta, según reseñó Milenio.
Previamente, el pasado martes, los migrantes realizaron una protesta, denominada ‘Viacrucis migrante’. Partieron desde el parque Bicentenario, que alberga un campamento provisional, hacia el parque central Miguel Hidalgo, y de allí a las instalaciones de los juzgados de distrito de la Federación.
Con esa manifestación, en la que cargaron cruces, cadenas y pancartas, reclamaron la entrega de documentos, como la tarjeta de visitante por razones humanitarias, que les permite transitar por México. Asimismo, en el Poder Judicial interpusieron alrededor de 1.200 amparos, con el propósito de que las autoridades del Instituto Nacional de Migración (INM) no los deporte o arreste mientras caminan hacia el norte del país.
Luis García Villagrán, director del Centro de Dignificación Humana, explicó que la caravana partirá de Tapachula porque los migrantes están viviendo en malas condiciones.
“Caminemos por la costa de Chiapas hasta donde Dios nos dé fuerzas para salir adelante de esta crisis migratoria; estamos pidiendo de favor al Instituto Nacional de Migración que deje de estar engañando a los migrantes, no hay opción para ellos más que caminar”, dijo García, citado por La Jornada.
Los migrantes han solicitado autobuses para transportar a personas vulnerables, incluidas mujeres embarazadas y adultos mayores. Esperan llegar primero a Ciudad de México con el objetivo de solicitar los documentos necesarios para regularizar su situación migratoria en el país.
Expectativa
Estas personas, procedentes en su mayoría de Centroamérica, están a la expectativa de que el Gobierno de EE.UU. elimine el ‘Título 42’, que se puso en marcha en 2020 durante la administración de Donald Trump, a inicios de la pandemia del coronavirus, como una orden de salud pública.
Amparándose en este ‘Titulo 42’ la Oficina de Aduanas y Protección de Fronteras (CBP, por sus siglas en inglés) impide el ingreso a EE.UU. a personas que consideren que representan un potencial riesgo para la salud.
La medida también ha permitido a las autoridades de migración deportar de manera expedita a los migrantes en situación irregular a México y otros países poco después de ser capturados por agentes de la patrulla fronteriza, sin derecho a escuchar solicitudes de asilo o a que un juez revise sus casos.
Según informan varios medios estadounidenses, la administración de Joe Biden planea eliminar el ‘Título 42’ en mayo próximo. El miércoles, en una conferencia de prensa, la directora de comunicaciones de la Casa Blanca, Kate Bedingfield, fue consultada al respecto.
En su respuesta, comentó que el ‘Titulo 42’ “es una directiva de salud pública” y “no es una medida de aplicación de la ley de inmigración”; por lo que señaló que la decisión sobre cuándo levantar esa política está en manos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU. (CDC, por sus siglas en inglés).
Señaló que en caso de que esa política sea levantada, el Gobierno de EE.UU. se está preparando para atender “múltiples contingencias”.
“Tenemos todas las expectativas de que cuando los CDC finalmente decidan que es apropiado levantar el ‘Título 42’, habrá una afluencia de personas a la frontera. Entonces, estamos trabajando mucho para atender esa contingencia”, comentó.