El cardenal hondureño, Óscar Andrés Rodríguez, declaró que su país está “lleno de sangre” ante el índice de violencia que registra homicidios a diario, según fuentes oficiales el promedio es de diez y doce.
Durante su homilía dominical en la Catedral de Tegucigalpa el Cardenal subrayó que “no nos damos cuenta que es un país lleno de sangre”, y que va contra el mandamiento “no matarás”.
El religioso también hizo una reflexión sobre por qué cada semana “tiene que haber personas muertas, encostaladas y se vuelven una estadística”.
En Honduras el índice de violencia continúan altos, pesa a que las cifras se han reducido con respecto a hace unos seis años, cuando la tasa de homicidios se aproximó a los 90 por cada 100.000 habitantes.