La dirigencia de la Iglesia Católica de Nicaragua representada por Monseñor Bosco Vivas y Robelo, Obispo de León, lamentaron el fallecimiento de 10 ciudadanos de origen africanos y haitianos días atrás.
Los cuerpos aparecieron en descomposición, flotando en la desembocadura del río Sapoá, en el lago Cocibolca, la tragedia ocurrió el fin de la semana pasada.
El Ejército de Nicaragua confirmó que los extranjeros seguían su rumbo a los Estados Unidos al intentar cruzar el río, sin embargo los detalles del accidente son todavía desconocidos. El Instituto de Medicina Legal afirmó que nueve eran hombre y había una mujer entre los muertos por ahogamiento.
Monseñor Vivas Robelo, quien es vicepresidente de la Conferencia Episcopal de Nicaragua, y líder de los católicos del occidente del país, no quiso hablar de política y se limitó a decir que este grupo católico, el más grande del país, lamenta profundamente el descenso de los africanos.
“Por el momento no quiero referirme a temas políticos, por lo menos en esta ocasión”, dijo el líder religioso quien agregó será hasta después del 15 de agosto de los corrientes, cuando haya tiempo de estudiar, reflexionar y analizar lo ocurrido en varios temas de importancia del país para referir alguna posición.