San José, Costa Rica afirmó que trabajará en la universalización del Tratado sobre la prohibición de las armas nucleares, en cuya aprobación desempeñaron un importante rol varios diplomáticos del país, encabezados por la embajadora en Ginebra, Elayne Whyte.
En conferencia de prensa tras ser recibida por el presidente, Luis Guillermo Solís, y por el canciller, Manuel González, la embajadora permanente ante la sede de Naciones Unidas en esa ciudad Suiza destacó que la aprobación del Tratado por 122 países constituye un mensaje claro de la comunidad internacional sobre la necesidad del desarme total.
‘Estamos en un momento donde todas las potencias mundiales han anunciado programas de modernización cuyo costo trasciende nuestra propia imaginación. Esos recursos que se derrochan, bien los necesita la humanidad para superar las enfermedades, promover la paz, buscar el desarrollo integral y promover y lograr la agenda de Desarrollo Sostenible que acabamos de aprobar en Naciones Unidas’, apuntó.
Whyte -quien presidió las negociaciones del Tratado- señaló que en el logro diplomático alcanzado el pasado día 7 desempeñó un importante rol el equipo tico de trabajo que redactó el borrador que luego fue acogido como el texto final.
También, prosiguió, los embajadores ticos Gioconda Ubeda, Sergio Ugalde y Norman Lizano, así como el representante permanente ante la Organización de Naciones Unidas en Nueva York, Juan Carlos Mendoza, entre otros.
La embajadora aprovechó la ocasión para entregarle a Solís un broche de un grupo de Hibakushas -como se conocen los sobrevivientes de las bombas atómicas de Hiroshima y Nagasaki (Japón)- en reconocimiento al liderazgo político de Costa Rica y al propio presidente como un hombre de paz.
Whyte también le entregó una copia del Tratado, adoptado por la Conferencia de Naciones Unidas, que ella presidió desde febrero pasado hasta el viernes anterior. Ahora el texto se abrirá a la firma de los países el 20 de septiembre próximo durante la semana de alto nivel de la Asamblea General de Naciones Unidas.
El canciller llamó a los diputados ticos para que Costa Rica ratifique este tratado y sea uno de los primeros del mundo en materializar este compromiso.
Al resaltar la labor de los diplomáticos de su país, González aseguró que se trabajó de manera silenciosa y local, a través de muchos países a los que hay que agradecer que hayan pensado en Costa Rica y que hayan hecho el reconocimiento para que presidiera, en la persona de la embajadora Whyte, la negociación de este tratado.
Por su parte, Solís subrayó que la humanidad siempre ha sido más grande y más lúcida cuando las razones de la política, que sobran en este caso, adicionan las de la ética y las de la moral.
En este sentido quiero sumarme a la alegría del mundo por este logro, en el cual generaciones de seres humanos han luchado y muy pocas han logrado mirar la fortuna de este alcance, aseveró.
El mandatario denunció que ‘con mezquindad algunas voces han insinuado que el hecho de que solo 122 naciones hayan suscrito este tratado es una expresión del fracaso, esas voces caerán por su propio peso. Los alcances de este tratado están todavía por verse y trascenderán’.