La Autoridad Nacional de Regulación Sanitaria de Nicaragua aprobó la combinación de dos inmunoterapias, también conocidas como tratamientos inmuno-oncológicos (I-O) , para más de diez indicaciones terapéuticas en diferentes tipos de cáncer. Las I-O ofrecen, por primera vez, esperanza de una sobrevida prolongada y de calidad de vida a muchos pacientes cuyo pronóstico previo era desfavorable. En Nicaragua se registran casi 8,000 nuevos casos de cáncer y más de 4,500 fallecimientos cada año por su causa
En Nicaragua los tumores malignos son la 2da. causa de muerte en población general después del infarto agudo al miocardio, registrando casi 8 mil nuevos casos y más de 4 mil 500 fallecimientos anuales, siendo los tumores gástricos y de pulmón los más frecuentes.
Con el objetivo de fortalecer la lucha contra dicha condición de salud el Ministerio de Salud, a través de la Autoridad Nacional de Regulación Sanitaria (ANRS), aprobó la combinación de dos inmunoterapias (nivolumab e ipilimumab) de la biofarmacéutica Bristol Myers Squibb (BMS) para más de diez indicaciones en diferentes tipos de cáncer, muchos de los cuales tienen un pronóstico reservado y opciones terapéuticas limitadas. En el país, estas terapias serán comercializadas por Asofarma.
Con este tratamiento, Nicaragua se convierte en uno de los países latinoamericanos con más indicaciones de I-O autorizadas para enfermedades oncológicas en etapas tardías, entre las que destacan: cáncer de pulmón de células pequeñas y no pequeñas; carcinoma de células renales; melanoma y cáncer gástrico, de la unión gastroesofágica o adenocarcinoma de esófago.
“Los avances en la comprensión científica de la biología tumoral y del sistema inmunitario han permitido el desarrollo de la inmuno-oncología, que ha venido a cambiar la manera en que se tratan muchos tipos de cáncer. Consiste en estimular el sistema inmune del paciente, haciendo que sea capaz de reconocer y destruir las células cancerígenas. Además, aporta memoria inmunitaria para proporcionar remisiones más prolongadas o de largo plazo”, explicó el Dr. Rafael Camero, gerente Médico de oncología de Asofarma.
El sistema inmunitario tiene una capacidad limitada para combatir el cáncer, pues en ocasiones no identifica a las células cancerígenas como extrañas o, si las reconoce, su respuesta no es lo suficientemente fuerte para destruirlas . Aquí es donde estos nuevos agentes terapéuticos lo ayudan a identificar eficazmente a las células malignas y fortalecer su respuesta para combatirlas en cualquier parte del organismo donde se encuentren.
Ya sea que se aplique como tratamiento de primera línea o primario, adyuvante (adicional al régimen inicial ) o neoadyuvante (antes de la cirugía para reducir el tamaño del tumor y simplificar la extirpación ), la I-O ha demostrado sobrevida libre de progresión de la enfermedad y una sobrevida global superior a 1 año en diversos tipos de cáncer avanzado, metastásico (se ha diseminado a una parte del cuerpo distinta de donde comenzó ) o recurrente.
Dirigidas a padecimientos graves con necesidades médicas no cubiertas como cáncer de estómago, que en Nicaragua ocupa el 2do. lugar dentro de los tipos de cáncer más frecuentes en población general con cerca de 600 nuevos casos y más de 400 decesos al año; o bien, el cáncer de pulmón, que está entre los tumores de mayor incidencia y por el que anualmente fallecen más de 260 nicaragüenses, “la incorporación de estas inmunoterapias al sistema de salud del país ofrece, por primera vez, esperanza y mejor calidad vida a pacientes cuyo pronóstico previo era desfavorable, además de que pueden ayudarlos regresar al trabajo y llevar una vida saludable y productiva”, concluyó el especialista.