Organizaciones de defensa de los derechos de los animales luchan para que sea reconocida como “persona no humana”
Una jueza federal concedió un amparo en favor de Ely, una elefanta residente en el Zoológico de Aragón de la Ciudad de México, considerada el paquidermo “más triste del mundo”, que obliga a las autoridades a brindarle mejores condiciones de vida de las que actualmente posee, reseña Proceso.
La sentencia suscrita por la jueza Elizabeth Trejo Galán, que fue dada a conocer este viernes, también contempla que se realicen estudios para determinar si Ely padece alguna afección, como han afirmado los activistas por los derechos de los animales.
Ely, la elefanta más triste del mundo, obtiene un amparo🙌
El fallo obliga a distintas autoridades elaborar un plan para garantizar su bienestar, verificar las condiciones en las que vive y realizar un etograma para evaluar su comportamiento
Aquí te contamos la historia de Ely: pic.twitter.com/F9vHF91DqX
— Ruido en la Red (@RuidoEnLaRed) May 3, 2024
“Es procedente conceder el amparo y protección de la justicia federal, a fin de lograr con ello la implementación de las medidas necesarias para garantizar el bienestar de la elefanta, así como sus condiciones de vida y su protección; ello con el objeto de prevenir, advertir, controlar y vigilar las acciones que se toman relacionadas con el bienestar de Ely, a efecto de evitar que se produzca una afectación en su salud”, reza el documento citado por el medio mexicano, fechado el pasado 30 de abril.
El dictamen es considerado histórico, ya que es la primera vez que la Justicia federal emite un pronunciamiento en favor de Ely tras los esfuerzos sostenidos de organismos como Va por Sus Derechos, que han abogado por que se la considere “persona no humana” con derechos y deberes y, por tanto, susceptible de recibir protección por los malos tratos que presuntamente recibe en el parque zoológico.
Sin traslado
Sin embargo, la defensa de la elefanta, liderada por el abogado Marcos Mario Czacki Halkin, no logró que se aprobara su traslado a un refugio o santuario de animales, pues Trejo consideró que la estancia de Ely en el Zoológico de Aragón, además de permitirle mejorar algunas de las afecciones que le aquejan (debidas a los maltratos que padeció cuando era utilizada como parte de un espectáculo circense) también ha puesto a su disposición personal especializado que se encarga de vigilar su salud y su alimentación.
“Los dictámenes periciales tampoco aportan elementos para establecer la seguridad del traslado de la elefanta, esto es, no se indican los posibles lugares a los que podría ser transferida, ni el sitio en el que se ubican, a fin de poder determinar si es seguro para la salud de la loxodonta llevar a cabo dicho traslado, qué tipo de transporte se utilizaría, si es necesario sedarla, cuánto tiempo tardaría el traslado, si la anestesia o la transferencia implicaría algún tipo de problema para su salud, o si este sería menor a los beneficios que recibiría con el traslado”, argumenta el dictamen.