Acciones causan total rechazo del argentino Juan García Mosqueda, que ha escrito serios señalamientos a las autoridades de migración
Este jueves, el argentino Juan García Mosqueda no podrá ser el anfitrión de la exposición “Domestic Appeal”, que se inaugura en su propia galería. Fue deportado el viernes pasado.
“El proceso fue deshumanizante y degradante en todo momento”, denunció este miércoles el argentino, dueño de la Galería Chamber, ubicada en el suroeste de Manhattan. Según Telam, el gobierno norteamericano le impidió la entrada a García Mosqueda, pese a que tenía residencia legal en EE.UU. desde hace diez años.
El curador de arte, egresado del Instituto de Arte de Chicago, se convierte así en el primer caso conocido de un argentino deportado, luego de que la administración del presidente Donald Trump decretara el endurecimiento de las medidas migratorias.
Me negaron comida
García Mosqueda llegó a Nueva York procedente de Buenos Aires el pasado 24 de febrero. La policía migratoria no le permitió salir del aeropuerto JFK y lo retuvo allí durante 14 horas sin asesoramiento legal, refiere Perfil, tras lo cual fue embarcado en un vuelo de retorno a la capital argentina.
“Me prohibieron el uso de cualquier tipo de comunicación y el acceso a mis pertenencias, que fueron ferozmente examinadas sin ningún permiso. Me negaron comida. Me cachearon tres veces antes de poder ir al baño, en donde no tuve ninguna privacidad y estuve bajo vigilancia constante de un guardia”, narró el curador de arte en una carta publicada en la cuenta de Instagram de la galería que regenta.
El emprendedor artístico ha dicho que no declarará a la prensa sobre su caso mientras tramita su reingreso a territorio estadounidense y agradeció las muestras de respaldo que ha recibido “no sólo de la comunidad de diseño en Nueva York, sino de gente de todo el mundo”.
Presión política
Hasta ahora la cancillería argentina no se ha pronunciado sobre el caso, pero García Mosqueda ha hecho un llamado a sus amigos estadounidenses para que promuevan una reforma migratoria en el Congreso de su país: “Presionen por un sistema que no aliene, intimide y ataque a los extranjeros, sino que por el contrario les dé la bienvenida e incentive a ciudadanos de todo el mundo a seguir invirtiendo y contribuyendo a su hermoso país”, agregó.
El caso del argentino no es el único de la comunidad artística. El director iraní de ‘The Salesman’, Asghar Farhadi, y el camarógrafo sirio que participó en el documental ‘The White Helmets’, no pudieron asistir a la ceremonia de premiación de los Oscar este año porque tienen prohibida la entrada a EE.UU.