Esta modalidad de consumo se disparó tras un programa nacional de recompensas por pagos sin efectivo y aumentó aún más a causa de la pandemia
Las compañías emisoras de tarjetas de crédito japonesas temen agotar todas las combinaciones numéricas de 16 dígitos disponibles en el país en el contexto de un fuerte incremento en las transacciones realizadas desde casa durante la pandemia de coronavirus, informa el diario Mainichi Shimbun.
El problema se ve incluso más agravado a causa de un súbito incremento en la emisión de tarjetas registrado desde octubre del año pasado, cuando las autoridades introdujeron un programa de recompensas en base a puntos acumulables para incentivar el consumo sin dinero en efectivo.
En la nación isleña existen aproximadamente 280 entidades financieras que emiten tarjetas de crédito, la amplia mayoría de las cuales emite tarjetas de 16 dígitos en asociación con Visa, Mastercard y otras marcas globales.
Dentro de este sistema, los primeros seis dígitos representan el país, así como el nombre y el tipo de la entidad emisora, entre otros datos. A su vez, los diez dígitos restantes corresponden a datos manejados por la propia compañía de tarjeta de crédito, tales como el número y el tipo de cuenta del cliente.
En marzo de 2019, en el país había unos 283 millones de tarjetas de crédito activas, una cifra que hasta el momento aumentaba a un ritmo del 2 % anual. Del total de pagos sin efectivo, el 29,9 % correspondía a las tarjetas, frente a un 3,9 % que se hacía con dinero electrónico y un 0,5 % mediante códigos QR.
Sin embargo, tras la marcada aceleración en la demanda de tarjetas de crédito, las emisoras niponas se enfrentan a una posible escasez de combinaciones hacia mediados de la década de 2020.
Ante esta situación, algunas compañías del país decidieron reciclar números de tarjetas vencidas o canceladas; no obstante, esta estrategia no soluciona el problema a largo plazo y aumenta notablemente el riesgo de fraudes.
De esta manera, parece inevitable la necesidad de reformar el sistema para implementar dígitos adicionales, aunque esta medida podría costar entre 94,5 y 945 millones de dólares. De momento, en el sector se contempla iniciar negociaciones con marcas internacionales para encarar esta tarea.